Un misterio menos - Semanario Brecha

Un misterio menos

Un misterio menos

Hace dos semanas Brecha informó que los terrenos del actual fraccionamiento Valle Di Saronno –adquiridos por Javipark sa en marzo de 2011– fueron objeto de un pasamanos de compraventa que comenzó como terminó (en el estudio del contador Juan Etcheverrito) y con una llamativa apreciación teniendo en cuenta el lapso del proceso (véase Brecha, 2-V-14).

En esa cadena aparecen figuras vinculadas al Partido Nacional, el partido también del edil y precandidato a la comuna Rodrigo Blás (Unión y Cambio), quien vendió para Javipark los terrenos fraccionados y es investigado por la dgi por subescriturarlos con la presunta intención de evadir al fisco.
Esta semana uno de los eslabones en esa cadena de propietarios, el empresario Diego Rodríguez, ratificó a Brecha que su padre fue muy cercano a los ex intendentes blancos Domingo Burgueño y Enrique Antía. Pero aseguró que él nunca aprovechó esos vínculos para sus negocios personales ni apoyó a esa colectividad política más que con el voto, por acompañar a su padre.
Rodríguez se definió como un “empresario independiente” y sostuvo que no existe “ningún misterio” en torno a cómo accedió al terreno que luego vendió al ex edil blanco Fernando García y que terminó en poder de Javipark.
Relató que el negocio le fue “ofrecido” por la inmobiliaria Machado y Pereyra, de Punta del Este, y que no conocía a la propietaria vendedora, Luz Sara Baigorria. De hecho, aseguró que cuando pretendió firmar las escrituras detectó que la documentación presentada por la mujer sobre la compra que ella había hecho a Marcel Erwin Melhen (cuyo representante era Juan Etcheverrito) era “insuficiente” y había sido autorizada por un profesional de dudosa reputación.
De acuerdo al Registro de Traslaciones y Dominio del mec, la compraventa entre Melhen y Baigorria se realizó 18 días antes que la de Baigorria y Rodríguez. Sin embargo, este último remarcó que la primera de las transacciones ocurrió en 1987 y no en 2010.
La situación se explica en un testimonio de la Suprema Corte de Justicia donde se refrenda la escritura original de 1987 para un padrón que en su mayor área correspondía al número 2.638. Ese padrón fue fraccionado por Baigorria en 2010, por unas diez hectáreas, y vendido a Rodríguez con el número 21.979.
El empresario añadió que compró el inmueble con la intención de desarrollarlo pero luego prefirió venderlo al ex edil García y dos socios, con una ganancia de 200 mil dólares, por la que pagó los correspondientes impuestos. Rodríguez deslindó todo vínculo empresarial o político con las personas que tuvieron el predio antes o después que él.

 

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