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Un señor feudal

La muerte siempre demanda respeto, pero no necesariamente enaltece a los individuos. Gregorio Álvarez (1925-2016) será recordado por el repudio que sus actos provocan. No hay manera, por más que se intente, de encontrar algo en su pasado de terrorista de Estado que lo pinte con tintes más benévolos.

Foto: Oscar Bonilla

Es todo un símbolo que un dictador muera en la cárcel a los 91 años de edad. A diferencia de Juan María Bordaberry, Gregorio Álvarez no disfrutó del beneficio de la prisión domiciliaria y permaneció en el penal Vip de Domingo Arena hasta que el 14 de diciembre fue internado en el Hospital Militar. No se sabe, porque no se difundió, si el Goyo no pidió ese beneficio, o lo hizo y se lo negaron, lo que sería extraordinario porque la justicia ha sido generosa en esa materia.

La muerte siempre demanda respeto, pero no necesariamente enaltece a los individuos. Lo que enaltece es lo que el individuo ha hecho en vida. Gregorio Álvarez será recordado por el repudio que sus actos provocan. No hay manera, por más que se intente, de encontrar algo en su pasado de terrorista de Estado que lo pinte c...

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