En la previa del domingo la contienda del Partido Nacional (PN) no despertaba particular interés. A diferencia de los escenarios competitivos proyectados para el Frente Amplio y el Partido Colorado, las estimaciones para la interna nacionalista mostraban a un Álvaro Delgado que aventajaba por varios cuerpos a sus contendientes más cercanos; la diferencia era tal que se sabía indescontable. En ese contexto, la mayor interrogante era quién acompañaría al exsecretario de la Presidencia en la primera vuelta de octubre y, eventualmente, en un balotaje en noviembre.
Para ocupar ese rol el equipo de Delgado había manejado varios nombres en las últimas semanas. El de la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, o el del exministro de Salud Pública y cabildante Daniel Salinas fueron algun...
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