Una lectura igual de móvil que las fronteras - Semanario Brecha
Libros. Reediciones: Alfredo Fressia

Una lectura igual de móvil que las fronteras

Frontera móvil, de Alfredo Fressia. Yaugurú, Montevideo, 2023. 93 págs.

De la mano de Yaugurú, llega la segunda edición de Frontera móvil, de Alfredo Fressia. Como el propio autor consigna en la nota inicial, este libro está compuesto por la traducción que él mismo hizo varios años antes de su libro Destino: Rua Aurora,de 1986, al que se suman otras composiciones que se encontraban desperdigadas en distintas publicaciones de la prensa uruguaya.

Exiliado en Brasil desde 1976 a raíz de la dictadura militar, profesor de literatura francesa y periodista (entre muchas otras facetas), Fressia nos lleva a caminar por las calles de San Pablo, primero, para luego traernos de vuelta a Montevideo, adonde el autor volvió una y otra vez luego de recuperada la democracia. En una mezcla entre prosa y verso o narración y poesía, nos adentraremos en una obra que nos invita a ser tan versátiles como las fronteras.

La primera parte de este libro es la que corresponde a Destino: Rua Aurora, donde Fressia intercala reflexiones personales con historias de desconocidos de las calles de San Pablo, les habla directamente a los lectores y se cuestiona sobre el porqué de su escritura. Es una obra meticulosa desde su composición, en la que es sencillo perderse un par de horas dentro de sus páginas. Páginas que tienen todas la misma importancia, incluso una totalmente vacía: «¡Cuidado! La página anterior no está en blanco. Que nadie intente llenarla de palabras…». Esta página no escrita representa el silencio de María, uno de sus personajes, quien se queda pensando en nada, con la mente en blanco, tan en blanco como este papel.

Fressia continúa su caminata por Rua Aurora y el lector se siente su compañero de viaje en todo momento. Le hace plantearse suposiciones sobre vidas ajenas, conocer la verdadera versión de los hechos de un asesinato (o al menos la versión del escritor) y lo trae de nuevo a su apartamento, donde vive con su gato Hippolyte y la compañía del insomnio, para hacerle saber que no es un público ideal, pero sí para quien él escribe: «Porque yo no escribo para ser leído por quien me leerá, los informados, los bien comidos, los que tienen tiempo para leer a uruguayos emigrados […]. No, yo escribo para la mala conciencia de quien me leerá. Esta es una crónica con malas conciencias: yo la escribo y nos reconocemos en ella con algo de menos para temer. Yo recomiendo la lectura de estas notas: ellas son muy humanas porque también son malas, y eso es lo bueno».

Pero la frontera móvil no es solo Rua Aurora, también es Montevideo, también son los aeropuertos, los poemas matemáticos o las dos composiciones finales, «Solís o la flecha» y «Tres mesas del Sorocabana». Fressia combina en esta segunda parte su poesía con sus sentencias en pequeños fragmentos que afirman algunas verdades que se evitan decir: «Montevideo es una ciudad llena de sueños. Por eso nadie la cuida. Y además, no se puede estar en Montevideo y estar en Montevideo al mismo tiempo. En Montevideo soñamos con países distantes o amores imposibles o destinos nuevos. Cuando se está en Montevideo y se está casi en Montevideo, uno entra en estado de peligro y entonces oye tangos».

Quizás no solo escuche tangos, quizás aquel que está en Montevideo y está en Montevideo también elija leer a Fressia, porque, aunque traído desde el portugués en su mayoría, este libro también tiene mucho de lo nuestro. El escritor no tiene reparos en reconocer que Brasil fue su hogar, pero tampoco le tiembla la mano cuando escribe sobre Montevideo, porque, en el fondo, él también estaba acá. Igual de móvil que las fronteras que pretende diluir el autor será la lectura de este libro, que por momentos nos hace retomar una página anterior en búsqueda de algún detalle perdido, pero que, una vez que encontramos el ritmo al caminar por Rua Aurora, no podemos detenernos.

En la nota de esta edición, Gustavo Wojciechowski reconoce que la intención había sido la de publicar un conjunto de libros escritos previamente. El primero, Amores impares, un poemario gay a partir de poetas uruguayos, y este, Frontera móvil,al que Fressia pensaba agregar otros textos. Esto no pudo ser. Sin embargo, podemos decir que, aunque no fue lo que el editor esperaba, esta publicación cumple con creces las expectativas.

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