Una para seguir muy de cerca - Semanario Brecha

Una para seguir muy de cerca

Sencillamente: una de las más grandes voces uruguayas. Ese concepto queda picando en mi cabeza tras la audición completa de Cerca, el último disco de Sara Sabah. Cuesta encontrar otra voz femenina con semejante timbre, así de transparente, así de alado, y también cuesta encontrar una afinación tan perfecta y una técnica tan depurada en la respiración, la emisión, el vibrato, en el ámbito de la música popular uruguaya.

Sara lo tiene todo, y como si no bastara con lo que trae de fábrica, cuenta también con un trío de acompañamiento básico elegante y creativo, integrado por Federico Righi en bajo, Vittorio Bachetta en batería y Horacio di Yorio en piano dúctil, más el aporte de invitados ilustres, como Sergio Fernández Cabrera, Nicolás Ibarburu, Jorge Trasante y Gustavo Montemurro, entre otros.

A ello se suma una toma de sonido prístina de estudios Vivace a cargo del experimentado Daniel Báez.

Desde que se inició, hace unos cuantos años, como cantante de coros junto a nada menos que Ruben Rada y como integrante del cuarteto vocal La Otra, Sara Sabah ha llamado la atención por su voz, su delicadeza interpretativa y su invariable buen gusto.

Cerca es su segundo disco solista, y sin duda un paso adelante en su carrera y, en otro orden de cosas, una clara aproximación al jazz, del que Sara es particularmente devota, como alguna vez lo comprobé charlando con ella en algún estudio de radio.

Es notorio que Sara tiene influencias de grandes voces brasileñas, como Elis Regina, y posiblemente de la no tan conocida por aquí Fátima Guedes, pero sobre todo de las divas históricas del jazz, como Ella Fitzgerald, Billie Holiday y Sarah Vaughan, y también que ha escuchado a la nueva camada de vocalistas de ese estilo, como las notables Stacey Kent y Connie Evingson.

Cerca es una demostración de canto bellamente interpretado, aunque, hay que decirlo, desde un repertorio que no siempre le hace justicia a semejante voz.

Las autorías de la propia intérprete son bastante inofensivas, aunque es muy interesante “La rosa de Ayubi”, en coautoría con Federico Righi.

Tampoco los dos temas de Hugo Fattoruso están entre lo mejor de su producción. Pero igualmente el disco tiene puntos muy altos, como la preciosa “Manual para escribir canciones”, de Urbano Moraes y Buscaglia, “Bella flor de vida”, de Gelson Oliveira, donde Sara asombra con su rango de agudos, la impresionante “Transmisión”, de Leo Maslíah, tema intrincado y más que difícil que Sara resuelve con virtuosismo y una afinación perfecta, y el clásico de Ruben Rada “Adiós a la rama”.

Sabah se da el lujo de cantar, además –acompañada por una hermosa guitarra solista arreglada por Sergio Fernández Cabrera–, el estándar estadounidense “Nature boy”, en correcto inglés. Un tema de muy difícil abordaje y que registra versiones memorables e históricas a cargo de Ella Fitzgerald y Nat “King” Cole.

Cerca es un disco breve, como se estila hoy día, y particularmente agradable, y que demuestra, por un lado, que Sara debería pensar su repertorio más y mejor, pero a la vez que se trata de una cantante excepcional y que brilla con luz propia en un medio necesitado de voces femeninas de este calibre.

Sara Sabah. Cerca. Bizarro.

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