Después de la muerte de Francisco Franco, en 1975, España vivió un período de efervescencia que promovía ideales de rebeldía y liberación. Entre manifestaciones sociales, políticas y culturales (sobre todo contraculturales, como la movida madrileña y el destape), tras décadas en las que el poder de la Iglesia sometía desde su moral sexual, un sector de la narrativa española se propuso socavar el repertorio patriarcal que tenía que ver con la mujer y el deseo. En 1978 se publica El mismo mar de todos los veranos, de Esther Tusquets (Barcelona, 1936-2012), que narra una ardiente y desinhibida historia de amor lésbico. Fue una liberación y fue un escándalo. Un año después aparece Crónica del desamor (1979), la primera novela de la joven periodista y estudiante de psicología Rosa Montero (Madr...
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