El último libro de Leonardo Haberkorn es sobre José Nino Gavazzo y es demoledor. Es una investigación de largo aliento, de lectura ágil y prolijamente documentada, donde se entrevista a muchos protagonistas del período (incluyendo al propio Gavazzo), se desarchivan legajos militares que arrojan algunas sorpresas y se reflotan testimonios escalofriantes sobre la tortura y los métodos de funcionamiento de la patota criminal que el Estado desató para combatir a “la sedición”. Es demoledor, digo, porque luego de leer el libro, que podría haber resultado en una suerte de expiación o relativización de la historia negra que recae sobre el personaje, es casi imposible no coincidir palabra por palabra con el fallo de Luis Charles, el juez que mandó a prisión (ahora domiciliaria) al represor y a par...
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