Ya no sos mi Margarita - Semanario Brecha

Ya no sos mi Margarita

El recambio generacional, las nuevas estrategias comerciales y los conflictos familiares han reconfigurado el otrora denominado “Grupo Fontaina-De Feo”, construido a partir del Canal 10 de Montevideo. Venta de los medios menos rentables, dispersión de la propiedad entre numerosos accionistas, apuesta a la tevé paga y abandono del tradicional liderazgo patriarcal son, actualmente, algunos de los nuevos rasgos del multimedio.

Foto: Fernando Pena

Durante años se hizo costumbre mencionar el oligopolio mediático formado por los “tres grandes” en Uruguay a partir de nombrar a las familias que eran propietarias o controlaban el panorama de la televisión en nuestro país: los Romay, los Scheck y los De Feo-Fontaina. Los avatares de la biología humana, entre otras razones, han ido reconfigurando su integración y liderazgo, poniendo en entredicho la propia denominación de “Grupo Fontaina-De Feo”. Es que la asociación de medios que se consolidó en torno a Canal 10, producto de una alianza entre esas dos familias en los años cuarenta y cincuenta, se encuentra en un importante cambio societario, iniciado hace unos pocos años.

Los Fontaina tuvieron –ya poseedores de Radio Carve junto a Luis Batlle Berres y otros– un papel destacado en la creación de Canal 10 en 1956, y los Raúl Fontaina (padre e hijo) fueron las caras visibles e icónicas de las trasmisiones iniciales del primer canal uruguayo de televisión. Pero fue por la conducción e impronta de Jorge de Feo, quien lideró el posicionamiento de Saeta a nivel nacional en la historia reciente, en un proceso no exento de conflictos inter e intrafamiliares, que los Fontaina quedaron más vinculados a la gestión de las radios que de la televisión.

De Feo, actualmente con 75 años, ya no es la cabeza del “Grupo 10” ni participa de la operativa diaria de sus emisoras. Aunque mantiene acciones en importantes medios, ha ido desprendiéndose de sus acciones en el canal de Montevideo, para luego empujar la venta de los canales de televisión del Interior así como las radios Carve y Nuevo Tiempo. Sin embargo, ha mantenido su presencia accionaria en las empresas de televisión para abonados del grupo, y se volcó a apostar por algunas iniciativas de producción de contenidos audiovisuales, como la señal A+V, que se trasmite por varios cables del país.

Aunque sus tres hijas mantienen acciones en varios de los medios integrantes del grupo, tampoco han continuado en la gestión de Canal 10 y otros medios vinculados, sea por la búsqueda de caminos profesionales distintos o por algunas desavenencias con su padre, dejando por el camino algunas iniciativas conjuntas. La tradición familiar, no obstante, ha continuado parcialmente en manos de alguien considerado por allegados a los De Feo como “de la casa” y como la persona con la capacidad suficiente para una conducción en tiempos de tantos desafíos para el sector audiovisual: Martín Villar Giúdice.

LOS CAMBIOS SOCIETARIOS. El análisis de la propiedad de los medios vinculados muestra una importante presencia societaria de las familias De Feo y Fontaina, aunque en muchos casos se trate de la tercera generación de los fundadores y su presencia (y peso en las decisiones) esté atomizada. Esta dispersión se ha visto potenciada por el ingreso de nuevos accionistas que mantuvieron o mantienen relaciones comerciales de mutua conveniencia pero que, en algunos casos, no necesariamente funcionan bajo un mismo mando.

Comparando con anteriores investigaciones realizadas sobre la concentración de medios en Uruguay (Stolovich, 1994; Lanza y Buquet, 2011) se puede ver que los Fontaina-De Feo se desprendieron de las radios Carve y Nuevo Tiempo y vendieron los canales de televisión abierta del Interior (Canal 7, de Pan de Azúcar, y Canal 9, de Rocha), así como la Red Televisora Color (Rut SA), en la cual eran socios. El cambio societario también se extendió a Canal 10, históricamente el centro del grupo, con la salida progresiva de Jorge de Feo y la venta de acciones a nuevos titulares.

Una resolución del Poder Ejecutivo del 1 de marzo de 2017 habilitó la entrada de Martín Villar Giúdice a la Sociedad Anónima Emisora de Televisión y Anexos (Saeta), titular del Canal 10 de Montevideo, a través de la compra del 32,25 por ciento de las acciones, producto de la transferencia realizada por las tres hijas de Jorge de Feo presentes en la sociedad: María Gabriela, María Florencia y María Lucía (quien se desprendió de todas sus acciones). Si bien la cantidad de acciones no le otorga a Villar, por sí solo, el control de la televisora, un acuerdo con ellas le permite superar la cantidad de acciones de la minoría mayor formada por Pablo Fontaina Minelli y los Fontaina Ballantyne (casi el 40 por ciento del total) y tomar las decisiones para conducir la emisora.

La decisión gubernamental plasmó una realidad de tiempo atrás: la responsabilidad de la operación y programación del 10 había quedado en manos de Martín Villar, hijo del que fuera gerente general del canal, Heber Villar. Luego Villar hijo tomaría el control indirecto en las dos radios del grupo y tendría acciones e incidencia en Tractoral SA (Tcc).

Este cambio societario generó suspicacias sobre su capacidad económica para adquirir las importantes acciones de Canal 10, y el posible vínculo con otros actores detrás del negocio. Según las fuentes consultadas por Brecha, Martín Villar efectivamente habría apostado a la conducción de estos medios por iniciativa propia y con sus capitales, con recursos provenientes de sus negocios en el sector del transporte de carga. No obstante, Villar ha mencionado en círculos cercanos que contaría con el apoyo del grupo Otegui, en virtud de su asociación empresarial, principalmente en el sector forestal.

El de Otegui es actualmente uno de los grupos empresariales más poderosos del país, con negocios en varias ramas agropecuarias, como forestación, lana, arroz, cabañería, entre otros. Posee el 9 por ciento de la acciones de Upm en nuestro país. Este grupo económico ya había incursionado en el sector de los medios de comunicación como dueño de servicios de televisión por cable en los departamentos al norte del Río Negro, licencias que luego vendió al grupo Clarín (Cablevisión, en Uruguay).

Fuente: elaboración propia. Actualización del gráfico realizado por Edison Lanza y Gustavo Buquet (2011).

SE VENDE. En tanto, Canal 7 Cerro Pan de Azúcar y Canal 9 de Rocha fueron otorgados a la empresa Telesistemas Uruguayos SA, cuyas acciones pertenecían a Jorge de Feo, María Celia y Alejandro Pablo Fontaina Minelli. De Feo, socio mayoritario con el 58,75 por ciento, decidió desprenderse de sus acciones en los canales del Interior, obligando a los socios minoritarios a vender las suyas (véase Brecha, 31-I-14).

Aunque en los listados publicados por la Ursec en su página web aún figuran como sus titulares, las acciones de la empresa se encuentran en manos de David Daniel y Francis Cecilia Bobre Komi. El primero de ellos es un empresario vinculado a la venta de hierro, representante de varias firmas nacionales y multinacionales de neumáticos, y socio en Punta Shopping (véase Brecha, 11-VII-14). La venta provocó la salida del director de Canal 7, Rafael Inchausti.

Las radios montevideanas CX 16 Carve (850 quilohertz) y CX 24 Nuevo Tiempo (1010 quilohertz) han sido parte del “Grupo 10” desde los inicios. El titular autorizado es la Sociedad Anónima Difusoras Radioeléctricas del Plata (Sadrep), cuyos accionistas eran, entre otros, Jorge de Feo, Pablo y María Celia Fontaina Minelli, María Teresa Ibarra y María Gabriela de Feo. Aunque aún figura así en la planilla de titulares de la web de la Ursec, existen trámites de transferencia en curso iniciados en 2009, 2012 y 2014, como ha informado la autoridad regulatoria a través de pedidos de acceso a la información pública.

Las fuentes consultadas aseguran que Martín Villar está actualmente relacionado directa o indirectamente con ambas emisoras. Las personas asociadas a su conducción son el periodista Martín Olaverry (vinculado a Jorge de Feo en A+V), el publicista Carlos Fleurquin (El Club) y el empresario rural Milton Duhalde. Nuevo Tiempo fue administrada unos meses por el “Grupo U” con una promesa de compra que finalmente no se concretó.

La Red Televisora Color (Rut SA) fue una empresa con acciones compartidas de los tres canales de Montevideo con el objetivo de comercializar contenidos a través de unos 20 medios de tevé abierta del Interior. La producción de un noticiero nacional con periodistas de la Red que recogían fragmentos de los informativos centrales de los canales 4, 10 y 12, y el ofrecimiento de programas premium emitidos por éstos, les permitió controlar una importante porción de la publicidad (privada y oficial) dirigida a la población del interior del país.

Los canales de tevé abierta que no eran propiedad directa de los “tres grandes” o de la propia Rutsa (como en Paso de los Toros y Durazno) funcionaban, en los hechos, como repetidoras de las emisoras montevideanas, en una relación que se mantuvo siempre en tensión.

Rutsa fue vendida a principios del año pasado a Bernardo Juanicó, un reconocido técnico de la empresa y de otros operadores del sector, tal como informó Brecha (del 21-X-16). La venta habría rondado los 300 mil dólares e incluyó el estudio de la Red (Enrique Martínez 1337), el equipamiento y la cesión gratuita, por tres años, de toda la programación de los tres canales montevideanos para armar la programación ofrecida a los medios del Interior. De Feo aún se mantiene vinculado de alguna manera a la empresa, ya que la señal A+V se produce en los estudios de Rutsa.

APUESTA AL CABLE. Los principales esfuerzos se han ido concentrando en la tevé para abonados, consolidando o ampliando los negocios en torno a los servicios por suscripción que poseen en los principales centros urbanos del país (Montevideo, Canelones y Maldonado). En esta nueva etapa Tcc se convierte en la cabeza y eje de proyección hacia los nuevos servicios convergentes –sin dejar la marca y peso político de Canal 10–, y manteniendo su poder en el resto del país a través de la cadena de cables gestionada por Equital SA.

Se pasa así de un esquema donde la principal fuente de ingresos es la publicidad, a un modelo de negocios con tendencia creciente en la región, donde el pago de abonos y la venta de servicios complementarios se constituyen en bases más sólidas para obtener lucro y sostenerse en un mercado con cada vez más competidores, incluso extranjeros.

La empresa de tevé por cable Tractoral SA (Tcc) fue otorgada por el presidente Luis Alberto Lacalle (Partido Nacional) el 11 de febrero de 1994 luego de un proceso muy cuestionado –en especial por los participantes perdedores del llamado, incluyendo parte de la familia Fontaina– por terminar beneficiando a los mismos canales de aire de Montevideo, reduciendo la competencia y aumentando la concentración existente.

Según información oficial de la Ursec, sus accionistas son Jorge de Feo Giossa, su esposa María Teresa Ibarra, sus hijas Gabriela, Florencia y Lucía de Feo Ibarra, y Martín Villar Giúdice. También varios integrantes de la familia Fontaina que se repiten en otros medios (como María Celia y Alejandro Pablo Fontaina Minelli) y Jorge Omar Sosa Mutto, entre otros.

Lacalle también autorizó a una empresa formada por representantes de los “tres grandes” (Multiseñal, cuya razón social es Multicanal SA), que brindaría servicios de tevé para abonados sin necesidad de cableado, usando la tecnología Mmds a través de frecuencias del espectro radioeléctrico. Los accionistas actuales, según la Ursec, son Alejandro Cardoso, Felipe Capurro, Roberto Falco, Mónica Marenales, Margarita y Matilde Heguy, Alejandro Fontaina Terra y Jorge Omar Sosa Mutto.

La presencia de miembros del Grupo 10 se repite en otros servicios de tevé cable de importantes localidades del Interior, en algunos casos en alianza con representantes de los grupos del 4 y el 12. Entre estos canales está Rocha Cable Color (Rodacil SA), cuyos titulares son Jorge de Feo, María Celia y Alejandro Pablo Fontaina Minelli, y Horacio Abadie Malet. En asociación con los otros “dos grandes” y el grupo Liberman se encuentra Punta Cable, el servicio de tevé para abonados monopólico de Punta del Este y Maldonado. Bajo la razón social TV Cable del Este SA, sus accionistas son varios representantes de la familia Romay y el canal 12, así como Jorge de Feo, Alejandro Pablo Fontaina Minelli y, nuevamente, Jorge Omar Sosa Mutto.

Dos emprendimientos con cierto grado de autonomía –integrados con algunos socios del grupo y estableciendo diversos acuerdos comerciales con Tcc para el suministro de contenidos audiovisuales y otros servicios– se pueden incorporar al amplio espectro de medios vinculados al Grupo 10. Visión Canaria es una empresa que brinda servicios de tevé cable en La Paz y Las Piedras y que tiene origen en una licencia otorgada a Jorge Gastón Vallarino (uno de los socios de Val SA). Luego de un largo conflicto que se dirimió en la órbita administrativa, producto de la denuncia de su competidor local (del grupo Romay), una resolución de diciembre de 2016 autorizó a Taldinor SA a sumarse como socio del licenciatario original. El negocio se parece más a una absorción que a una asociación, ya que Taldinor queda con el 97,5 por ciento del total de las acciones del negocio.

Esta última empresa está integrada actualmente por personas que están o estuvieron vinculadas a Canal 10 y/o Tcc, como Rafael Inchausti (ex presidente de Andebu, cuando era director de Canal 7), Héctor Óscar Amengual (ex director de la Asociación Internacional de Radiodifusión, Air), Alberto Nowinski (gerente de Visión Canaria y ex director del servicio Dht del grupo), Néstor Criscio (dueño de varias emisoras de radio), Magdalena Abadie Malet (hermana de Horacio, socio de De Feo en el cable de Rocha) y otros.

En San Carlos se encuentra el otro servicio de tevé cable donde se repiten familiares y socios de la anterior empresa y otros medios del grupo. Fernando Parrado Dolgay y Juan Diego Abal Acosta, por ejemplo, son socios de Taldinor SA y Telecable del Uruguay Limitada (titular de la licencia carolina).

El panorama de la todavía importante impronta del Grupo 10 en el mercado de tevé para abonados se refleja en su presencia en Equital SA (con el 33 por ciento de las acciones), una asociación con los grupos de los canales 4 y 12 en el momento de otorgarse las licencias de tevé cable para Montevideo. Con esta sociedad, los “tres grandes” funcionaron como un cártel, instalando un solo cable en la ciudad, repartiéndose las zonas de la ciudad en la etapa del despliegue inicial y acordando un mismo precio para sus servicios.

Citando a Carlos García Rubio (Lo que el cable nos dejó, 1994), Edison Lanza y Gustavo Buquet mencionan en un trabajo de 20111 que Equital SA fue una empresa conformada “con el propósito de controlar en forma monopólica la televisión para abonados en Montevideo” y acordar “con cableros del Interior para extender la red en varias capitales del Interior y venderles las señales propias y las adquiridas en el exterior”, por lo que obtienen “el 75 por ciento de la cuota que pagan los usuarios”. La red de operadores de Equital SA incluye medios en varios departamentos (Colonia, por ejemplo), cuyos propietarios son directa o indirectamente los dueños de los cables de Montevideo, así como contratos con licenciatarios del Interior, como en Minas, Salto, Tacuarembó, Treinta y Tres, Melo y Durazno.

CONVERGENCIA. Complementariamente, se han desarrollando varias iniciativas para un aprovechamiento máximo de las oportunidades del sector audiovisual, tales como la creación de un portal web de noticias vinculado al informativo central de Canal 10 (subrayado.com.uy) y la creación de Tcc Vivo, un servicio de video on demand (Vod) como complemento a la programación tradicional de Tcc, por el cual se puede, entre otras funcionalidades, alquilar películas o series para verlas en el momento que se prefiera y no en función de la grilla ofrecida por el operador.

También hay que sumar a los emprendimientos del grupo un servicio de televisión satelital o Dth (Alonex SA) que, sin contar con una licencia para brindar servicios directos al hogar, ofrece contenidos a cableoperadores de todo el país que cuentan con la autorización, como forma de complementar la oferta en zonas rurales cercanas a las localidades donde éstos operan. También debe mencionarse la constitución de una asociación entre empresas del sector en torno a Consorcio TV Cable que, teniendo a Tcc como su cabecera, provee contenidos y transporte por fibra óptica para una serie de canales de cable del país.

El “canal de los uruguayos” es, por el momento, y aunque lejos de Tnu, la televisora comercial que incluye mayor cantidad de contenidos audiovisuales nacionales. Datos extraoficiales del Instituto del Cine y el Audiovisual (Icau) los sitúan en torno al 55 por ciento de su programación, mientras que el que tiene el porcentaje más bajo, históricamente, es el Canal 4, que no llega al 40 por ciento. Además, ha sido el canal que tal vez con mayor insistencia (y también sin mucho éxito) ha explorado formas de producción propia y asociada de contenidos audiovisuales para difusión local y preparación de formatos exportables, algo no muy común en el resto de las televisoras.

No es la única diferencia de estrategia que ha tenido respecto de los otros medios. Una muy importante se presentó al encarar los nuevos desafíos de la convergencia tecnológica y el futuro del negocio audiovisual ante la digitalización. Mientras que claramente el grupo Cardoso, de Canal 12 y Nuevo Siglo, se ha volcado decididamente a tratar de obtener una licencia para brindar Internet a través de su propia red (recursos jurídicos y denuncias de inconstitucionalidad mediante), De Feo y el Grupo 10 optaron por una alianza estratégica con Antel casi desde el principio.

Una concreción de esta alianza resultó, entre otros beneficios, en la posibilidad que Tcc ofrezca un servicio de “triple play” (en este caso denominado en la jerga técnica como “falso”, por no ser brindado realmente por el mismo operador). Esto es, que aun sin tener la licencia para ofrecer servicios de Internet por su red de cable módem, la empresa de tevé para abonados puede ofrecer a sus actuales y potenciales suscriptores un paquete comercial que incluye el servicio de televisión por cable, teléfono e Internet mediante un único contrato y una misma factura, a un precio menor que si los contrataran por separado. n

*     Artículo realizado con base en una investigación en la que también participan Facundo Franco, Fernando Gelves y Nicolás Thevenet.

  1. “La televisión privada comercial en Uruguay, caracterización de la concentración de la propiedad, las audiencias y la facturación”, Fesur, Montevideo, 2011.
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Concentración de medios en Uruguay

Inicio de una serie

Un conjunto de investigaciones realizadas desde 2015 por investigadores y estudiantes de la Facultad de Información y Comunicación (Fic), coordinados por la economista Gianela Turnes con el apoyo de Fesur, inició una actualización de los estudios sobre concentración de medios en Uruguay para analizar la estructura de propiedad y las relaciones dentro de los grupos dominantes de medios a nivel nacional y departamental. En 2017 se constituyó un equipo con los investigadores del Prodic-Fic Facundo Franco, Fernando Gelves y Nicolás Thevenet con la coordinación general de Gustavo Gómez, para producir una serie de artículos periodísticos que se publicarán en Brecha en los próximos meses. Este es el primer informe.

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