La desaparición forzada de un adolescente en el norte de la capital convocó una movilización inédita que presionó a las autoridades a dar la cara. Cinco días más tarde, el joven apareció golpeado y confundido. Un caso complejo que empezó a echar luz sobre la extorsión policial a los jóvenes de la vuelta.
Una foto de un muchacho tirado en el piso, con el cuerpo combado en un gesto de dolor, a los pies de dos policías conmovió al mexicano promedio, ya algo anestesiado por la sangre y las masacres que desde el año pasado recuperaron las portadas de los diarios populares. La foto denunciaba la detención arbitraria, el 23 de enero, de Marco Antonio Sánchez, un adolescente de 17 años que, desde ese momento, estuvo desaparecido.
La indignación que desató la imagen en las redes sociales fue amplif...
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