En una de sus habituales columnas, la reconocida periodista guatemalteca Marielos Monzón se permitió celebrar la asunción de Bernardo Arévalo a la presidencia de Guatemala el domingo 14 como un ejemplo de «cuando las sardinas frenaron al tiburón». La evocación es altamente ilustrativa del espinoso camino plagado de obstáculos que fue necesario enfrentar para que fuera respetado el resultado electoral de agosto en el país de la «eterna primavera». El recuerdo no es caprichoso, pues emplea el título del recordado libro Fábula del tiburón y las sardinas, escrito por Juan José Arévalo, expresidente guatemalteco y padre del hoy mandatario. Resulta también útil para repensar críticamente tanto al tiburón como a las sardinas y dar cuenta de las muchas paradojas que encierra la coyuntura. Vayamos ...
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