Ni tanto ni tan poco - Semanario Brecha
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La cumbre de los BRICS en Rusia

Ni tanto ni tan poco

La cumbre de Kazán permitió a Putin demostrar que no está aislado, pero resultó mucho menos ambiciosa de lo previsto. Las contradicciones internas de los BRICS demoran el prometido abandono del dólar y sugieren diferencias entre quienes desean desmantelar el orden internacional y quienes prefieren reformarlo.

Vladimir Putin habla en la ceremonia de bienvenida de la cumbre de los BRICS, en Kazán, Rusia, el 23 de octubre Afp, Pool, Alexander Nemenov

No fue ni un éxito rotundo ni un fracaso completo. La decimosexta cumbre de los BRICS, llevada a cabo en la ciudad rusa de Kazán del 22 al 24 de octubre, tuvo luces y sombras que es necesario despejar, rehuyendo los análisis simplistas de algunos especialistas geopolíticos que anticiparon que sería una cumbre «tectónica» y la más importante reunión en una década, llamada a modificar a fondo el escenario internacional y a remachar la decadencia occidental.
Pese a sus limitaciones, la cumbre mostró que efectivamente se están produciendo cambios de fondo, aunque a un ritmo menos veloz que el pronosticado. Entre ellos, sobresale la confirmación de que Rusia está lejos de ser una nación aislada, como lo demuestran las cálidas relaciones que exhibieron el primer ministro de India, Narendra Modi,...

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