Decir que Trump en su nueva reencarnación es diferente del Trump número 1 es afirmar lo evidente. El mundo y Estados Unidos se han visto sometidos a una avalancha de decretos y decisiones que han cambiado los problemas internacionales y los internos. Han sido tres semanas de cabalgada trepidante que parece no haber perdido fuelle todavía y que ha confirmado la idea de que el nuevo Trump va a gobernar de forma muy diferente al antiguo.
Hay dos razones para esa diferencia.
Sobre la primera razón voy a ser muy breve. Es menos importante y tiene que ver con la personalidad de Trump. Cuando llegó al poder en 2017, está claro que ni siquiera se esperaba lograr la nominación por el Partido Republicano y mucho menos conseguir la presidencia. De modo que no estaba preparado y no sabía lo que iba a ...
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