La efusiva cotidianeidad borra toda percepción sobre la posibilidad de un bombardeo de la potente aviación estadounidense o de la idea de que podría haber algún tipo de conflicto armado. No hay compras nerviosas en los mercados, no cesan los anuncios de conciertos de artistas internacionales. Nadie aparta boletos de avión para huir del país. Todo muy normal.
Pero en la frontera norte de Venezuela, en su fachada marítima, lo que sucede no es cualquier cosa. Estamos hablando de una flota militar desplegada por el gobierno de Estados Unidos que incluye un grupo anfibio con buques de asalto liderado por el USS Iwo Jima, junto al USS Fort Lauderdale y al USS San Antonio; los acompañan los destructores USS Jason Dunham, USS Gravely, USS Sampson y el crucero lanzamisiles USS Lake Erie, así como v...
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