Las autoridades israelíes han reducido al máximo la entrada de alimentos a la Franja de Gaza, lo que ya provocó la muerte por hambre de casi 500 palestinos y el debilitamiento de los 2 millones que viven entre las ruinas de sus hogares o hacinados en campamentos, forzados por los mandos militares a desplazarse de manera constante bajo bombardeos y masacres.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, reconoció que su objetivo es provocar «la emigración voluntaria» a países que la prensa israelí identifica como Somalilandia, Sudán del Sur o uno de los dos territorios en los que está dividido Libia, a través de Egipto, a lo que El Cairo se opone.
En la actualidad, Israel arrasa con la ciudad de Gaza, donde aún vivían 600 mil personas del millón con que contaba cuando comenzó la ofensiva el 16 de...
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