“El ratón”
Nadie como Leo Maslíah para detectar el gran vacío que esconde buena parte de lo que la gente dice al cabo del día, vacío que se alimenta no sólo de las palabras emitidas sin pensar sino también de las que en un momento se pronuncian porque a otro se le ocurrieron con anterioridad, no importa si la ocasión reunía características similares. El autor sabe asimismo cómo insertar todo eso en una situación disparatada –no para quienes la viven, claro– capaz de conducir a los implicados a quién sabe qué destino. Es el reino del absurdo, dirán algunos, pero no tanto, ya que las situaciones que la vida se encarga de ofrecer cada dos por tres bordean y hasta se internan sin mayores dificultades en los mundos que describe Maslíah. A dejarse llevar entonces por las marchas y contramarchas...
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