A lo largo de dos años la revista Bla publicó una serie de columnas mensuales centradas en la escritura. Las firmaba una ignota Iris Play, y en ellas discurría sobre los temas más variados, desde la situación general del país hasta su vida amorosa, todo filtrado por el vidrio deformante de lo literario. Porque como Play insistirá, “la enfermedad literaria es anterior a cualquier otra y no tiene antídoto ni cura”.
Detrás del seudónimo se hallaba Mercedes Estramil (Montevideo, 1965), que en estos textos llevó el humor soterrado de novelas como Irreversible (2010) al centro de la cuestión. En Iris Play se reúnen las columnas que fueron publicadas en Bla y otras inéditas.
Iris Play, como su nombre indica, es mitad observaciones y mitad juego. Nada escapa a su vista ni a sus palabras, que recor...
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