Errol Morris –el excelente documentalista a quien Herzog impulsó a realizar su primer largometraje apostándole comerse su zapato si lo lograba– cuenta en “Wormwood” una impactante historia real hecha de mentiras y manipulaciones.
Hasta el 28 de noviembre de 1953, cuando su cuerpo atravesó la ventana de la habitación 1018A del hotel Stalter de Nueva York y aterrizó en la vereda de la Séptima Avenida, el científico estadounidense Frank Olson, de 43 años de edad, llevaba más de una década trabajando en misiones bacteriológicas para la Cia. Su hijo mayor, Eric, era sólo un niño cuando unos hombres de traje se sentaron en el líving de su casa y le dijeron: “Tu padre se cayó o saltó por una ventana”. Más de seis décadas después, Eric Olson continúa ordenando las piezas de un rompecabezas que nac...
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