Hijo de un escritor y periodista destacado –Juan Carlos Sábat Pebet–, nieto de un caricaturista y dibujante que lo antecedió hasta en el nombre –Hermenegildo Sábat Lleó–, nuestro “Menchi” Sábat parecía predestinado a descollar en el mundo de las letras o del dibujo. Pero, si bien en su caso aplica aquello de que “lo que se hereda no se roba”, no es menos cierto que también es justa la expresión “hay que arrancar siempre desde cero”.
En la cultura uruguaya no hay herencia que valga, y el joven Menchi, con 20 años, diseñó el estupendo afiche de Gigi, una obra en el Teatro Circular. Había incursionado antes en la prensa –empezó a los 15 años en el diario Acción–, pero fue ese fervoroso experimento en la imprenta As el que propició su desarrollo creativo. As fue un emprendimiento de diseño grá...
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