La Bcc dice que “la mayoría de los gobiernos de América Latina” apoya la política de Estados Unidos contra Venezuela y la autoproclamación presidencial del opositor Juan Guaidó.
No es cierto. Sólo 16 de los 34 países de la Organización de Estados Americanos (Oea) comparten la intervención estadounidense, y 12 de los 15 gobiernos de la Comunidad del Caribe se han manifestado en contra de la injerencia de Washington. Tampoco acepta el Consejo de Seguridad de la Onu lo que China y Rusia consideran un golpe de Estado.
¿Por qué la Unión Europea (UE), en contra de la mayoría latinoamericana y sin el aval de la Onu, decide secundar la intervención y somete su posición común al imperativo imperial de Trump? La UE, que no tiene su propia política internacional, se unió a la de Estados Unidos en su posición común contra Cuba y tuvo que rectificar (seguidismo de ida y seguidismo de vuelta) cuando Obama restableció las relaciones diplomáticas con la isla.
Aznar condujo aquella posición común de la UE y ahora Sánchez hace lo mismo contra Venezuela. Si en la UE consideran ilegítimo el actual mandato presidencial de Maduro, ¿por qué han esperado a la decisión de Trump para exigir nuevas elecciones en Venezuela? ¿Por qué se suben a la cañonera de Trump en vez de calibrar su propia política autónoma?
La voz de América Latina no es sólo la de los gobiernos autoritarios de Brasil y de Colombia, acompañados ahora por la UE en su supuesta defensa de la democracia. Repito, la mayoría de los gobiernos de América Latina están en contra de la intervención de Estados Unidos que exige un golpe de Estado a los militares venezolanos.
¿Por qué la UE no defendió la democracia cuando se produjo el golpe parlamentario contra la presidenta de Brasil, denunciado incluso por la Oea? ¿Por qué la UE no denuncia que el gobierno de Colombia no ha cumplido con sus obligaciones en el acuerdo de paz negociado con las Farc y consiente el asesinato de doscientos defensores de los derechos humanos y de un centenar de guerrilleros desmovilizados? México y Uruguay reconocen al presidente Maduro y proponen negociaciones en Venezuela. ¿No es esa la actitud que debería asumir la UE? ¿Cabe suponer que, después de democratizar a Venezuela, la UE hará lo mismo con Arabia Saudita?
* Fue corresponsal de Tte en Colombia y es el autor del libro Colombia feroz.