Dos veces ministro de Relaciones Exteriores, la última durante ocho años en el gabinete de Luiz Inácio Lula da Silva, Amorim fue llamado alguna vez, por la prensa estadounidense, “el mejor canciller del mundo”. También fue ministro de Defensa de Dilma Rousseff y jefe de la Misión Permanente de Brasil en la Onu durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso. En la época dorada de los progresismos latinoamericanos, condujo a su país a un lugar protagónico en la política internacional. Según él, Brasil era por entonces “parte de la solución”. Ahora, dijo en diálogo con Brecha,“es el problema”.
—Usted dijo recientemente que Brasil se
convirtió en un paria global, ¿por qué?
—Porque
el gobierno brasileño actual se ha colocado sistemáticamente en contra de las
normas internacionales, incluso de...
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