Sólo faltó un acuartelamiento de tropas para que la presión de la ultraderecha, el fascismo y el terrorismo nostálgico pusieran en escena todo su repertorio. Inequívocamente dicen: con la colación multicolor estamos volviendo.
Quien tenga
el copyright del “fenómeno Manini” (es decir:
su imprevisto ascenso como líder de la extrema derecha, que antes podía estar
encapuchada, pero ahora no lo está, y el auge, a su sombra, de las expresiones
fascistas y nostálgicas) no pudo anticipar el efecto búmeran en la sociedad
uruguaya el domingo 24. El caudal de votos que Cabildo Abierto obtuvo en
octubre, a caballo entre una imagen “artiguista” y un discurso “anticorrupción”,
desencadenó un torrente de terrorismo (por ahora verbal) que, en la semana
previa al balotaje, provocó lo contrario y estuvo a p...
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