Llegaron confiados y finalmente ganaron la elección, pero el domingo, cuando los números no paraban de oscilar, los multicolores explotaron de los nervios. Reconocen, con cautela, que el cambio de comportamiento del electorado en relación con las proyecciones de las encuestadoras podría atribuirse, en parte, al video de Manini. La explicación, dicen, es multicausal. Luego de una elección en la que el modelo derrotado arañó el triunfo, los nacionalistas proyectan un gobierno de negociación y tejen finamente la estrategia de distribución de cargos y carteras.
En las hinchadas
nunca falta quien grita el gol ni bien la pelota enfila al arco, antes de saber
siquiera si efectivamente entró. Esta manía, para los amantes de las cábalas,
es un mal augurio. El domingo, en Bulevar y Chaná, punto de e...
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