Mañana a la medianoche terminará el mandato de este gobierno. Cesarán entonces el presidente, Tabaré Vázquez y todos los ministros, subsecretarios y directores de cada cartera. Formalmente, el cese es el 29 y Vázquez pidió a sus ministros que trabajaran como lo hicieron en estos cinco años hasta el último momento, pero lo cierto es que la mayoría entregará hoy las llaves de sus oficinas. El problema es que, en muchos casos, no se sabe quiénes las abrirán el lunes.
El momento de la transición, quizás sea la primera etapa en la que el gobierno electo muestra qué tan preparado está para gobernar y cuál es su interés por conocer la situación de cada uno de los organismos a los que ingresará. A mediados de diciembre, Luis Lacalle Pou presentó a los tres primeros jerarcas de cada ministerio, pero desde entonces, faltan las designaciones de varias de las direcciones que hay dentro de cada uno. Distinta es la situación en los entes autónomos y los servicios descentralizados donde es preciso que las designaciones del Poder Ejecutivo cuenten con la venia del Senado. Esto siempre implicó, incluso en las últimas transiciones entre gobiernos frenteamplistas, un tiempo entre la designación y la asunción de quienes ingresarían a esos organismos. En ese lapso se mantuvieron las autoridades que habían estado durante todo el período. No es novedad entonces que en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (Asse), en el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa) o en el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (Inau), por citar algunos ejemplos, las autoridades no caigan mañana como sucede con los cargos de los ministerios. La preocupación de quienes hoy están al frente de este tipo de instituciones no es tener que quedarse unos días más hasta tener la venia parlamentaria sino que no hay personas designadas para trabajar en la transición. Se corre entonces el peligro de que los nombramientos, por poner una fecha, sean la próxima semana y cuenten con la venia por esos mismos días. Si esas fuesen las circunstancias, no habrá transición posible.
Educación y Cultura (Mec). Sobre fin de año, fueron presentados junto con el resto de los futuros jerarcas, Pablo Da Silveira como ministro, Ana Ribeiro como subsecretaria y Pablo Landoni como director general, que es quien se encuentra trabajando en una oficina en el mismo piso que la actual ministra, Edith Moraes, desde hace varios días. En tanto, a Ribeiro la han invitado a distintas instancias en las que participó el Mec. Uno de esos encuentros fue el del Consejo Consultivo de los Derechos del Niño y el Adolescente, que integran múltiples organismos. Allí, los representantes del Poder Judicial le plantearon a Ribeiro, como representante del gobierno electo, su discrepancia, entre otras, con el aumento de cinco a diez años de la pena máxima para adolescentes, dispuesto en el anteproyecto de la ley de urgente consideración (Luc), que se contradice –tal como explicó Moraes a Brecha– con la Convención sobre los derechos del Niño, al que el país adhirió. Con Ribeiro compartieron también la inauguración de la muestra de Petrona Viera en el Museo Nacional de Artes Visuales y participó ayer de la comisión de patrimonio. Moraes destacó la cordialidad con la que se estaba trabajando tanto con Landoni como con Ribeiro. Da Silveira, en cambio, solo participó de una primera reunión en diciembre y pidió para reunirse hoy viernes con Moraes, que horas después de atenderlo, se despedirá de su despacho en el octavo piso. Así que no habrá tiempo para intercambiar demasiado. Tampoco obtuvieron comentarios (aunque puede que lleguen hoy) sobre todo el material que se les entregó en la primera reunión de diciembre. Por otra parte, si bien en la prensa se ha difundido que la dirección de Cultura la ocupará Mariana Wainstein, no se les ha transmitido a las autoridades actuales que eso sea así. Quien también fue designado fue Gonzalo Baroni como director de Educación, quien participó ayer de una actividad y se reunió con la actual directora, Rosita Ángelo, pero un encuentro no resulta suficiente para hacer la transición que esperaban quienes están hoy en el ministerio. También estuvo por el edificio del Mec, el nacionalista Pablo Iturralde que estará al frente de la Dirección de Asuntos Constitucionales, Legales y Registrales, por donde pasará el trámite para la extradición de la pareja de Da Silveira, Maya Cikurel. Del Servicio de Comunicación Audiovisual Nacional (Secan) se encargará Gerardo Sotelo.
Al casi nulo intercambio directamente con el ministro designado, se suma que faltan por nombrar a los jerarcas que ocuparán la dirección de Centros Mec, del Archivo General de la Nación, de la Biblioteca Nacional, de Desarrollo de la Ciencia y el Conocimiento, de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación. Allí la transición no existirá, pues todos estos cargos cesan mañana.
Moraes también dirigió el estudio técnico sobre el anteproyecto de la Luc, que se hizo a la interna de la actual administración del Mec. En diálogo con Brecha, alertó sobre el peligro de que la educación pública deje de ser la rectora de todo el sistema educativo. “Soy defensora de la educación pública porque es la única que puede cumplir con los tres principios de la constitución: la obligatoriedad, la gratuidad y la laicidad y es la única que puede sostener una democracia, por lo tanto soy defensora a muerte de su función rectora en cualquier política educativa”, expresó. Indicó, además, lo significativo que sería pasar de la situación actual en que la educación pública regula también a la privada, a lo “que ellos proponen que es que quede a la par lo público y lo privado; que estén tomando decisiones sentados en la misma mesa”. Opinó, asimismo, que “tocar la estructura –del Mec y Anep, como se plantea en el anteproyecto– no asegura para nada que los niños vayan a aprender más ni a desarrollar las competencias que este siglo les pide para la inclusión social”. Y recordó que a las autonomías “no las puede tocar una ley porque están en la constitución”.
Asse. Como se difundió esta semana, el futuro ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, le pidió al directorio de Asse que permaneciese en sus cargos hasta contar con las personas que serán designadas. Si bien el actual directorio lo aceptó, presentará su renuncia como un gesto de transparencia y republicanismo ante el cambio de gobierno. Quizás, por la repercusión que tuvo la noticia, los primeros días de marzo se voten las venias, pero es de suponer que si, expresamente, se pidió que se mantuviesen en sus cargos, es porque no podían solucionarlo a la brevedad. De lo contrario, no se explica porqué la necesidad del pedido si, tal como se explica al comienzo de esta nota, siempre transcurre un tiempo entre que se presenta un nombre y se consigue la venia del Senado. Ante esta situación, aún no se ha entregado el informe área por área que se tiene preparado para la transición. Sí figuran cuestiones generales en el informe que entregó la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (Opp) al próximo gobierno.
En el caso de Asse, los cargos de confianza son los tres miembros del directorio y los posibles adjuntos así como los jerarcas que estén al frente de las gerencias administrativa, financiera y de recursos humanos. La gerencia asistencial ha sido concursada, por lo que habrá que ver si se mantendrá este criterio. Lo mismo sucede con las direcciones de los hospitales –más de cincuenta– que históricamente fueron designados como cargos de confianza. Fue bajo la dirección de Marcos Carámbula que se llamó a concurso aunque varios quedaron desiertos. El gobierno entrante determinará si seguirá por ese nuevo camino o si volverá a las viejas prácticas.
Como sucede con los directores de los ministerios que aún no han sido designados y con los jerarcas de otros organismos, la suposición desde el oficialismo es que a la coalición multicolor le está costando encontrar personas dispuestas a ganar 90 mil pesos nominales para ocupar el directorio de Asse que tiene a su cargo unos 30 mil funcionarios.
Industria, Energía y Minería (Miem). Desde diciembre están designados Omar Paganini como ministro, Walter Verri como subsecretario y Macarena Rubio como directora general. El actual jerarca, Guillemo Moncecchi, dijo a Brecha que fue “muy buena la comunicación” con ellos. También fue designada Susana Pecoy como directora Nacional de Industria y Guzmán Acosta y Lara como Director Nacional de Telecomunicaciones y Servicios de Comunicación Audiovisual. Queda por resolver quiénes ocuparán la Dirección Nacional de la Propiedad Industrial así como la de Minería y Geología. En cuanto a la Dirección Nacional de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas, Moncecchi sostuvo que aún se desconocía si el nuevo gobierno la cubriría y expresó que, por el momento, “no se sabe adónde van a ir” con la Autoridad Reguladora Nacional en Radioprotección. Tal como informó El País, el ex diputado colorado Fitzgerald Cantero podría ocupar una dirección, más precisamente se cree que iría a la de Energía. Si bien hubo algunas reuniones del futuro ministro con los actuales directores, tampoco aquí se ha podido hacer la transición entre direcciones pues faltan nombres y, los que están, fueron recientemente designados, por lo que no se ha trabajado con ellos.
Turismo. Se han designado los cuatro cargos que debía ocupar el gobierno electo. El ministro será Germán Cardoso, el subsecretario Remo Monzeglio y el Director General Ignacio Curbelo. En esta cartera, a diferencia de lo que sucede en el resto, solo hay una dirección, en este caso, la de Turismo, en la que estará José Amy. El actual ministro Benjamín Liberoff manifestó que se han compartido varias instancias con quienes estarán a partir de la próxima semana al frente del ministerio. Es más, quien fuera la ministra durante todo el período, Liliam Kechichian invitó a Cardoso –a quien el ministerio le financió el pasaje– a la Feria Internacional de Turismo en Madrid. También viajó, con sus medios, Monzeglio.
Liberoff remarcó que en estos quince años Uruguay pasó de tener una planificación turística en compartimentos estancos por producto a trabajar “una oferta integrada de lo cultural con lo náutico, las áreas naturales y rurales, el turismo de ciudad y los congresos”. Días atrás el futuro ministro expresó que pretendía que Amy se enfocara en el turismo cultural. Sobre este tipo de turismo, Liberoff, quien prefirió no referirse directamente a ningún dicho de los próximas autoridades, sostuvo que además de haberse desarrollado en políticas integrales, se habían impulsado proyectos de enorme relevancia como el del ex frigorífico Anglo, en Fray Bentos que fue en 2015 declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Las futuras autoridades consultaron a las salientes “cómo eran las oficinas de relaciones públicas con las que trabaja el ministerio en el exterior” y sobre algunos acuerdos con líneas aéreas, información que ya fue entregada. Quedaron pendientes, sin embargo, temas como el turismo interno y el turismo social. La transición no trató estos asuntos por lo que Liberoff supone que quienes ingresen a la cartera deberán resolver sus dudas con los documentos entregados y la ayuda de los funcionarios que permanecerán.
Desarrollo Social. Como en el resto, se tienen desde fines de 2019 los nombres del ministro, subsecretario y director general: Pablo Bartol, Armando Castaingdebat y Nicolás Martinelli, respectivamente. Bartol se reunió tanto con la actual subsecretaria, Ana Olivera, como con la ministra Marina Arismendi. En tanto Castaingdebat hizo una recorrida por los 19 departamentos para conocer la realidad de los centros en los distintos puntos del país. También hubo una reunión con Beatriz Argimón y Mónica Bottero, cuyo nombre se maneja como futura directora de Innujeres, pero en ningún momento se les confirmó a las autoridades actuales, que ella fuese a ocupar el cargo, por lo que tampoco pudo trabajarse en la transición de esa área. No se designó entonces a ninguno de los jerarcas que ocuparán las quince direcciones con las que cuenta el ministerio. Arismendi manifestó a Brecha su preocupación con este panorama, por ser un ministerio en el que constantemente se presentan personas en situación de vulnerabilidad cuyos casos se resuelven en el trabajo conjunto con otros organismos. Por tanto, teme que los funcionarios –resaltó su compromiso y profesionalismo– queden encargados de resolverlo todo una vez que salgan los directores actuales, salvo que el ministro pueda resolver lo que ocurra en todas las áreas. A su vez, entiende que en esta transición hubiese sido relevante “salir a la calle” y “no solo leer un informe”.
INISA. En esta institución tampoco cuentan con los nombres de quienes pondrá el gobierno electo. Su presidenta, Gabriela Fulco, contó a Brecha que se pidió una reunión con el nuevo gobierno y se hicieron llegar comentarios y aportes al anteproyecto de la Luc, pero no recibieron respuesta a una ni a la otra cosa. Entre las cuestiones planteadas en este documento estaba la discrepancia con el aumento de la mínima y la máxima extensión de las penas para adolescentes. “Nosotros superamos el hacinamiento y logramos un estándar de calidad de vida. Todo eso volvería para atrás porque si hoy tenemos 293 y en un año y pico se podría pasar a 600, ¿cómo se gestionará?”, cuestionó. Además, reivindicó que también podría retrocederse en las medidas no privativas, punto en que Uruguay “es referente en la región”, pues logró “equiparar la balanza entre medidas privativas y no privativas”, con las que cumplen unos 250 jóvenes. No comprende entonces “por qué ensañarse con esa franja, que es la más vulnerable, la que necesita más y mejor atención”, cuando “500 y pico es el total de la delincuencia juvenil” en todo Uruguay.
Para el Inisa deberán designar a dos de los tres cargos del directorio –si se mantiene el criterio, el tercer miembro es de la oposición–, pero Fulco aseguró que “no parecería” que fuesen “una prioridad” estas designaciones pues “no hay novedades”. La actual jerarca entiende que lo ideal hubiese sido comenzar la transición en noviembre para tener al menos tres meses de intercambios. Le preocupa que los nombramientos y posteriores venias puedan llegar en abril, ya que las próximas autoridades “tendrán poco tiempo para preparar el plan quinquenal que se presenta en junio junto a la ley de presupuesto”. Asimismo, sostuvo que son múltiples “las áreas en las que empaparse, que se deben entregar documentos, explicarlos, esperar las preguntas, responderlas, visitar los centros y conocer al personal”. En todo eso consistiría la transición que aún no ha comenzado y se desconoce con cuánto tiempo contarán para trabajar en ella.
INAU. Tampoco cuentan con los nombres de quienes ocuparán los cargos en el próximo quinquenio. Fuentes de la institución señalaron a Brecha que consideran necesario tener un proceso de transición en el que definir y procesar las decisiones sin afectar los trabajos que se vienen haciendo con niños, niñas y adolescentes. En el período pasado, el nuevo directorio asumió el 22 de abril, previa venia del Senado el 7 de ese mes, pero los contactos con las personas propuestas para el próximo directorio habían comenzado en diciembre de 2014. A su vez, desde fines de enero se había empezado a trabajar también con las futuras autoridades del Mides y de la Secretaría de Cuidados por los acuerdos intersectoriales y, de febrero a abril, se trabajó con los directores de las distintas áreas de Inau que asumirían. Como sucede en el Inisa, el directorio está conformado por el presidente y dos directores, uno de ellos de la oposición. Estos son los cargos que debería designar el Poder Ejecutivo junto con los referentes de la Secretaría General y la de Primera Infancia, si es que esta última decide mantenerse.