Pegui y su disco - Semanario Brecha
Edición 1412 Suscriptores

Pegui y su disco

Gracias a ese mecanismo de amnesia de datos comprometedores que la dictadura iba generando en los resistentes, no logro recordar cómo Pegui se comunicó conmigo. Se llamaba Margarita Merklen de Cuelho, y era educadora especializada en música y en niños. ¿Habrá sido a través del pastor Adhémar Olivera?

Vivía en la ciudad de Durazno, en esa terrible sociedad de sobrevivientes de la represión en que se habían convertido varias de las ciudades del Interior uruguayo. Su esposo era preso político en el campo de concentración llamado Libertad. A su cargo habían quedado los tres niños pequeños del matrimonio. Pero, entretanto, la dictadura, morbosa, le había hecho perder su trabajo docente. Pegui había decidido enfrentar la angustia y la posibilidad de una destrucción afectiva haciendo sus can...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 2085 Suscriptores
El multiempleo del presidente de ASSE y una resolución favorable de la JUTEP

Danzan las horas

Edición 2085 Suscriptores
El caso Cardama llegará al parlamento mientras el gobierno refuerza su posición

De ida y vuelta

Edición 2085 Suscriptores
Organizaciones sociales uruguayas de cara a la COP30 y la Cumbre de los Pueblos

Parte de la solución

Edición 2085 Suscriptores
El Partido Colorado como polea de transmisión de los intereses del sionismo

Línea de tres

Edición 2085 Suscriptores
Con Dominique Pradalié, presidenta de la Federación Internacional de Periodistas

«Hubo periodistas que fueron cómplices del genocidio en Palestina»