Las baldosas pocas veces mienten: intentaron limpiarlas, pero la marca dejada en ellas por el chorro de los extintores sigue estando. Se habló de «motín», de funcionarios «rehenes», pero nunca de los adolescentes que no podían respirar. La prensa notició que el conflicto de la noche del miércoles 10 de febrero en el Centro Piedras del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (INISA) fue resuelto, pero no se habló de cómo.
Hacía días que la cuerda estaba tirante. El director del centro lo sabía. Pero esa noche no estaba el director y escaseaban los funcionarios. Ya sabrán mejor, pero uno de ellos tenía un manojo de llaves, a pesar de la recomendación de la dirección de cargar solo con la llave necesaria.
En el Centro Piedras no hay baños en las celdas: los adolescentes tienen que ...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate