Las negociaciones dentro de la coalición de gobierno para completar las vacantes en la Suprema Corte de Justicia (SCJ) y en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA) resultaron infructuosas. Las partes, que hace algunas semanas tenían un acuerdo cerrado sobre la mesa, comenzaron a distanciarse ante la negativa de Cabildo Abierto de prestar sus votos si no se contemplaba una parte de sus reclamos. Eso no ocurrió. Y el acuerdo se cayó (veáse «El tiempo pasará», Brecha, 7-I-22).
La falta de acuerdo político implicó la puesta en marcha del mecanismo constitucional para el llenado de vacantes en los máximos órganos del sistema judicial uruguayo. Con esto, la doctora Doris Morales, ministra más antigua en los tribunales de apelaciones, asumió en la SCJ –cargo vacante tras la jubilación del ministro Luis Tosi–, al tiempo que los jueces Rosina Rossi y Ángel Cal Shabán asumirán los cargos que se generen en el TCA.
Morales ingresó al Poder Judicial en 1989 como jueza letrada en Paysandú, y en 1993 pasó a Las Piedras. Dos años después, en 1995, llegó por vía de ascenso a Montevideo, desempeñándose en Familia y en Trabajo. En agosto de 2003, con venia del Parlamento, fue designada ministra de un tribunal de apelaciones. También ejerció como docente en la Universidad de la República y en la Universidad de Montevideo.
Su designación abre un nuevo tiempo en el máximo órgano del Poder Judicial. Por primera vez, la SCJ estará integrada por tres mujeres: Morales, María Elena Martínez y Bernadette Minvielle. A ellas se suman los ministros Tabaré Sosa y John Pérez Brignani, que este año ejercerá como presidente. Se trata de un hecho histórico y significativo si se tiene en cuenta que, en 2014, los cinco ministros de la SCJ eran hombres.
Sin embargo, el actual organigrama del Poder Judicial hacía prever que la primacía femenina en la corte fuera algo inexorable. Según un relevamiento sobre la estructura funcional del Poder Judicial llevado adelante en 2014, de los 49 ministros de los tribunales de apelaciones, 28 eran hombres y 21 mujeres. Al cierre de 2021, esta situación tuvo un cambio significativo: de los 50 cargos designados, 31 son mujeres y 19 son hombres.1 Las mujeres son mayoría en todas las materias, salvo en Penal, donde diez de los 12 cargos de ministros están ocupados por hombres.
En los hechos, la primera mujer en asumir un cargo en la SCJ fue Sara Fons de Genta, entre 1981 y 1985, en plena dictadura. Con el advenimiento de la democracia, ingresó la doctora Jacinta Balbela, que se desempeñó entre 1985 y 1989, primera en ocupar el cargo durante la plena vigencia del Estado de derecho.
La asunción de Morales puede tener consecuencias relevantes. La actual integración de la SCJ permanecerá incambiada, al menos, hasta 2025, cuando pase a retiro la doctora Martínez, al cumplir diez años en el cargo. Con esto, la postura jurídica que asuma Morales puede ser clave para el devenir de decenas de causas por violaciones a los derechos humanos en la dictadura. La corte, actualmente, está empatada dos a dos con relación a la imprescriptibilidad de los crímenes de la dictadura; Morales tiene en sus manos el voto del desempate.
1. El Poder Judicial tiene 17 tribunales de apelaciones, lo que representa 51 cargos de ministros; los datos de 2014 y 2021 excluyen los cargos vacantes en ese momento.