La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) recibió una propuesta deportiva y económica para que la selección lleve adelante, en Israel, la concentración previa al campeonato mundial de fútbol que se disputará en Qatar. Así lo confirmó a Brecha Jorge Casales, integrante del Comité Ejecutivo de la AUF. La propuesta surge «de empresarios o intermediarios» y, además de prever un lugar para la concentración y el entrenamiento, puede involucrar la disputa de un partido amistoso, más una cifra de dinero que hasta el momento se desconoce. Esta iniciativa llega en medio de denuncias de organizaciones de derechos humanos –como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la israelí B’Tselem– que califican de estado de apartheid la presión que Israel ejerce sobre Palestina desde hace 74 años.
En 1948 la instalación del Estado de Israel desencadenó la Nakba –o catástrofe del pueblo palestino–, que tiene más de 700 mil personas desplazadas por haber huido o haber sido expulsadas de sus hogares debido al desarrollo territorial de Israel. De acuerdo a las normas del derecho internacional, estas personas (o sus descendientes) tienen derecho a regresar a sus hogares –hoy ocupados por Israel–, aunque tienen muy pocas perspectivas de que eso ocurra, según consigna un informe de Amnistía Internacional. En el mismo documento se detalla que hay unos 5,6 millones de palestinos refugiados que no pueden retornar a sus hogares y otros 150 mil con riesgos de perder sus casas debido a la ofensiva israelí. La organización define esta situación como apartheid: «Una violación grave de derechos humanos protegidos internacionalmente y un crimen de lesa humanidad en virtud del derecho penal internacional».1
Consultado por este semanario acerca de si esta situación será considerada por la AUF a la hora de adoptar una decisión, Casales aseguró que, en principio, la posibilidad deportiva será evaluada sin tomar en cuenta la situación humanitaria. Dijo: «Una vez que se analice la propuesta, los temas pueden estar arriba de la mesa, pero no sé si pueden influir o no. Estamos lejos de una decisión. Primero hay que decidir si vamos, ajustar los detalles desde el punto de vista deportivo y ahí analizar estos aspectos».
ISRAEL, PALESTINA Y EL DEPORTE EN TERRITORIOS VIOLENTOS
En el último año, el Ejército israelí asesinó a tres futbolistas de 19, 18 y 16 años en la zona de Cisjordania: Mohammad Ghneim, Thaer Yazouri y Saeed Odeh. Esto generó que los futbolistas del club palestino Al-Khader enviaran una carta a la Asociación del Fútbol Argentino para pedir que no se jugara un partido amistoso pactado con Israel para junio de este año, que finalmente fue suspendido por motivos económicos.
En 2018 organizaciones sociales palestinas y propalestinas impulsaron una campaña para que la selección de fútbol de Argentina no jugara un partido amistoso ante su par israelí en el estadio del Beitar Jerusalén, club identificado con el racismo antiárabe, que se encuentra en una de las zonas palestinas ocupadas por Israel. Uno de los argumentos de los solicitantes aludía a una masacre en el contexto de la Gran Marcha del Retorno palestina, iniciada el 30 de marzo de ese año, que terminó con 28 jóvenes palestinos asesinados y otros 2 mil heridos. Entre los heridos estaba el futbolista Mohamed Khalil, quien recibió un disparo en su rodilla y debió dejar el fútbol. Este no fue un hecho aislado: cinco años antes, por ejemplo, otros dos futbolistas, Jawhar Nasser Jawhar, de 19 años, y Adam Abd al-Raouf Halabiya, de 17, debieron abandonar la práctica deportiva por la misma razón.
Cinco equipos de fútbol israelí tienen sede en territorio palestino ocupado –entre ellos el Beitar Jerusalén–, lo cual infringe las normas de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA). Por esto, y como parte de una campaña más amplia que ya lleva décadas, más de 50 organizaciones y activistas sociales internacionales enviaron una petición a ese organismo para que, al amparo de algunas de las medidas tomadas recientemente contra la federación de fútbol de Rusia (por la invasión de ese país a Ucrania), se suspenda, también, a la liga de fútbol israelí.
DEL RELATIVISMO CULTURAL
El Mundial de fútbol se desarrollará en Qatar entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre. La elección de esta sede por parte de la FIFA, en 2010, no estuvo exenta de polémicas y acusaciones de sobornos a funcionarios de la organización. Ninguna de ellas ha sido comprobada, no obstante existen investigaciones en curso. Pero, además de los posibles incentivos económicos, otros dos factores han estado en la agenda de la cita catarí: las condiciones de trabajo en la construcción de los estadios y los derechos de las mujeres y las disidencias sexuales.
Según publicó la BBC, un informe de Amnistía Internacional de 2016 declara que la construcción de los estadios, aeropuertos y sistemas de transporte se llevó a cabo con «mano de obra forzada» y que los trabajadores –de los cuales unos 30 mil eran extranjeros– se encontraban en condiciones de hacinamiento, sin recibir pagos en fecha y sin acceso a su documentación. El medio inglés afirma que, según Human Rights Watch, unos 6.500 trabajadores inmigrantes habían muerto en Qatar desde que este país obtuvo la sede del Mundial hasta 2021. Son números muy alejados de los que plantea el gobierno catarí, según los cuales entre 2014 y 2020 murieron 36 trabajadores. Sin embargo, la Organización Internacional del Trabajo estima que solo en 2021 murieron 50 trabajadores y más de 500 resultaron gravemente heridos, mientras que «37.600 sufrieron lesiones leves o moderadas».
En la sociedad catarí los derechos de las mujeres y las disidencias sexuales no son respetados. A fines de 2021 Nasser Al-Khater, integrante del comité organizador del Mundial, dijo que «los homosexuales» serían bienvenidos en Qatar, aunque no podrían hacer muestras de afecto en público por «respeto a la cultura». Sin embargo, en los últimos días, tres hoteles manifestaron que no hospedarían parejas gays, según una investigación suecodanesa que fue difundida por The Telegraph.
Al consultarle sobre su perspectiva respecto a las dificultades que enfrentarán, debido a su orientación sexual, las personas que asistan al Mundial a apoyar a su selección, Casales manifestó que, desde su punto de vista, en la AUF «tendríamos que hacer un seguimiento de lo que está haciendo la FIFA para que todo aquel hincha de fútbol que visite ese país, sin importar su orientación sexual, no se sienta incómodo en el momento de disfrutar del Mundial».
1. «El apartheid israelí contra la población palestina», Amnistía Internacional, 2022.