«¿Quieren probar chocolate? Prueben, para que vean cómo es en boca», repetía en un canturreo el dueño de uno de los puestos de venta de chocolate mientras señalaba unas bandejas con chocolate puro, picado. Era la primera vez que se presentaba en la Fiesta del Chocolate: dijo a Brecha que estaba «enloquecido».
A las 9.20 de la mañana los fuegos ya estaban prendidos, las carpas armadas, los feriantes esperaban que empezara la jornada. Las calles a los alrededores de la plaza estaban cortadas. Por el micrófono llamaban la atención de algunos choferes: «Pedido especial a los autos estacionados en Treinta y Tres y Berna, si los pueden retirar, por favor. Queremos la plaza libre de automóviles», repitió la misma voz un par de veces.
La Fiesta del Chocolate de Nueva Helvecia festejó el domingo 24...
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