En agosto del año pasado, Cuba sufrió el mayor incendio industrial de su historia. Durante una semana, la principal base de combustible ardió tras ser alcanzada por un rayo que incendió cuatro tanques que almacenaban 145 mil metros cúbicos de petróleo.
Dieciséis bomberos murieron intentando ganar tiempo para que llegaran equipos especializados, ofrecidos por México y Venezuela. Otros 150 bomberos y voluntarios sufrieron lesiones de distinta consideración.
El Hospital Faustino Pérez, de Matanzas –la ciudad donde se ubica la base, 100 quilómetros al este de La Habana–, se vio rápidamente desbordado. Fue un «caos» que su directora, Taymí Martínez Naranjo (35 años), se esforzó por conducir a buen puerto. Muchos se salvaron la vida gracias a la capacidad del centro hospitalario para adoptar protocolos sobre los que no existían antecedentes en Cuba.
Pero un influencer llamado Alain Paparazzi Cubano insistió en que lo ocurrido revelaba «el desprecio del régimen hacia el pueblo». Por esos días acababa de llegar a Estados Unidos y buscaba desviar la atención de acusaciones que lo señalaban como soplón de la Policía política cubana. Con ese objetivo, publicó un video en el que se veía a una enfermera abanicando a un herido para aliviarlo de sus quemaduras. Mientras, en la dirección del hospital matancero había un salón con aire acondicionado que «se reserva para reuniones y visitas de los dirigentes», expuso.
Su denuncia fue la sensación noticiosa de esa semana entre la comunidad cubanoestadounidense del sur de Florida. Sobre todo, luego de que la directora del hospital intentara explicarle a través de Facebook que el local de marras solía tener múltiples funciones prácticas y que su equipo de climatización –tras 12 años de uso– constantemente chorreaba agua y se paraba. «Nuestra sala de quemados tiene siete posiciones y las siete tienen climatización», contraponía la funcionaria. «Y la sala que se ve en la foto es la sala de observación, que tiene un clima también, y es una sala de tránsito. Quizás no se tenga en cuenta que en la primera hora se atendieron 49 lesionados, con un despliegue de espacios no diseñados para la recepción masiva […]. Se ha trabajado tanto, y, sí, la enfermera ha cogido ese cartón, y ha refrescado esas heridas», agregaba.
La réplica fue capitalizada por Alain Paparazzi y sus seguidores, quienes en los días siguientes concentraron sus ataques a la joven, tal vez pensando que no les contestaría. Pero Tay Tay, como hace llamarse Taymí Martínez en esa red social, poco después zanjó la discusión en términos lapidarios: «Es un absurdo querer explicar toda la pinga que se publica y se saca de contexto […]. Sí, puse “pinga”, la directora lo puso, ¿y qué? No iba a contestar, pero me levanté con el moño virao, así que no me cuqueen mucho hoy y mantengan su latón con tapa, que también tengo un lado sensible al chancleterismo. Y ya».
MÁS ALLÁ DEL VOTO UNÁNIME
Martínez es una de los 470 candidatos que el domingo 26 de marzo se presentarán a votación para ser ratificados como diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular. En abril, a ese parlamento unicameral le corresponderá confirmar al presidente de la república a partir de la propuesta que presente la Comisión Nacional de Candidaturas.
Nada hace suponer que alguno de los nominados no alcanzará los votos necesarios para ocupar su escaño, y que Miguel Díaz-Canel, el actual mandatario, no obtendrá el aval para un segundo mandato, hasta abril de 2028.
Todos los cubanos mayores de 16 años con residencia en la isla o que se hallen cumpliendo misiones oficiales en el exterior tienen derecho a participar en los comicios generales, que transcurren cada cinco años. Unos meses antes suelen organizarse las elecciones de delegados a las asambleas municipales, en las que solo pueden votar quienes se encuentren en el país.
Ambos procesos son marcadamente distintos. Los de nivel local son en puridad elecciones, pues el acta de delegado se dirime entre al menos dos propuestos durante asambleas en los barrios que habrá de representar el elegido. Como en la boleta pueden consignarse hasta ocho candidaturas, no son raras las segundas y hasta terceras vueltas de votación.
Al igual que los diputados, los delegados no reciben remuneración por sus funciones. Por eso, y por los numerosos problemas sociales que les corresponde atender, resulta un cargo poco atractivo que muchos evitan, incluso los activistas opositores.
En 2017, apenas 43 candidatos abiertamente contrarios al gobierno intentaron nominarse para un puesto en las cámaras municipales. Y, en 2022 –aunque no existen datos oficiales–, su número fue aparentemente menor, debido a la emigración de la cúpula disidente y las presiones o el encarcelamiento de sus seguidores. Como contexto de esas cifras vale apuntar que por las 12 mil actas de delegado del país en 2017 contendieron 27.221 personas, y en 2022, 26.746.
La reticencia a convertirse en delegado se ha traducido en una mayor proporción, dentro de las asambleas municipales, de militantes del Partido Comunista de Cuba (PCC) y miembros de las fuerzas armadas y de orden público. Es el primer paso para copar las estructuras de poder del Estado toda vez que la ley electoral establece que los presidentes de asambleas municipales (alcaldes) deben ser a su vez delegados, que corresponde a las asambleas municipales aprobar las candidaturas a la Asamblea Nacional y que hasta la mitad de esos escaños deben reservarse para delegados en activo. En la próxima legislatura, el 47 por ciento de los diputados (221) tendrán dicha condición.
«El PCC sí interviene (y, además, controla) en cada nivel del proceso electoral del país, aunque desde la regencia gubernamental lo nieguen», denunciaba en noviembre el abogado Eloy Viera Cañive, residente en Canadá y activo promotor de la abstención como forma de protesta.
La no asistencia a los colegios o la anulación del sufragio se han convertido en las banderas de la oposición, que fundamentalmente desde Miami y Madrid lleva semanas impulsando la etiqueta #YoNoVoto. Su apuesta es profundizar la tendencia a no participar que se verificó en las tres elecciones y dos referendos organizados desde 2017. La cifra récord de abstención en las municipales de 2022 –31,5 por ciento– ha sido planteada como un «triunfo frente a la dictadura». Detalles más o menos fueron los mismos presupuestos que llevaron a asumir una posición equívoca respecto al nuevo Código de Familias, que en setiembre de 2022 estableció el matrimonio igualitario y la gestación solidaria.
«¿Y tú, qué razones tienes para no regalarle tu voto al régimen el próximo 26 de marzo?», se preguntaba en Twitter, a comienzos de este mes, el dramaturgo Yunior García, quien en noviembre de 2021 convocó a una «marcha nacional por el cambio», que luego abandonó para exiliarse en España. Por las mismas fechas, Martínez, todavía convaleciente de covid-19, asumía la dirección del Faustino Pérez.