Desde Serpaj se apuntan avances, pero también retrocesos. Las fuertes reivindicaciones para la conquista de nuevos derechos tuvieron como contracara el incremento de la violencia institucional, que, ejercida contra determinados sectores, fue ignorada, justificada o promovida. En 2017, además, la justicia –magra a la hora de condenar las violaciones cometidas durante la dictadura– retrocedió años en el debate sobre la imprescriptibilidad, mientras el Estado, frente a las “mentiras” y las “amenazas”, se caracterizó por “la inacción”.
La agenda de derechos se amplió. Sin embargo, hay derechos consagrados en las leyes que se violan en los hechos y hay fuertes reivindicaciones para conquistar nuevos, mientras sigue habiendo sectores de la sociedad por los que pocos pelean, y derechos que pocos ...
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