Un hombre detenido en condiciones poco claras, cuando volvía de un cumpleaños junto a su hija y su compañera embarazada, fue hallado muerto en una celda de la Seccional 18 de Solymar, tres horas después de su detención. La policía asegura que se suicidó, pero la familia cree que se trata de un homicidio.
“¿Me
estás preguntando si la Policía lo mató? Yo te digo
que no. No lo mató la Policía”, dijo enfática al
hermano de Pablo Pereyra una enfermera del Hospitalito de Solymar vestida de
verde. El policía que estaba presente en ese momento no lo miraba a los ojos,
tampoco respondía. Apenas tres horas antes Pereyra ingresaba “desacatado”
al mismo centro de salud donde no dejó que lo revisaran. La siguiente vez que
lo llevaron constataron que estaba muerto. Eran las 9.45 de la noche del 21 de
ju...
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