Contra el cinismo político - Semanario Brecha
Libros. Sobre Palestina. Papel y plomo

Contra el cinismo político

Palestina. Papel y plomo. Alma Bolón y Daniel Gatti (comps.). Estuario, Montevideo, 2025. 280 págs.

En medio de esta coreografía de políticos que hablan, pero no dicen nada, o, peor, que son obedientes a la falsa ley supremacista que impone el sionismo, algunos pocos libros publicados recientemente en Uruguay intentan agrietar el acorazamiento de las sensibilidades y las ignorancias planificadas. Palestina. Papel y plomo es uno de ellos.

El genocidio que el sionismo lleva adelante en Gaza nos revela la espesa bruma de cinismo en que vivimos. Cuando, el 21 de mayo, el Ejército israelí atacó a una delegación diplomática en Cisjordania en la que participaba el embajador uruguayo en Palestina, el presidente Yamandú Orsi realizó una declaración al periodista Leonardo Sarro repleta de lugares comunes. En dicha declaración, Orsi menciona el término guerra 11 veces; genocidio, ninguna. La inconsistencia argumentativa y la insistencia tautológica de su discurso producen un efecto de grisura política: «Cuando se declara una guerra, se declara una guerra», afirma. Quien enuncia tropieza con sus propias aserciones, arroja advertencias contra prácticas en las que él mismo incurre al instante, va para un lado y para el otro según lo lleven las preguntas y, al final, deja que su posición se cuele en las palabras elegidas con tono de entrecasa: paz, guerra, terrorismo. Recientemente, y al ser consultada por el mismo periodista a propósito de su posición frente a la hambruna en Gaza, la vicepresidenta Carolina Cosse afirmó: «Eh… es una situación trágica, sin lugar a dudas». Y agregó en referencia al «pueblo israelí»: «Creo en la autodeterminación de los pueblos». Pero ¿qué entiende por autodeterminación la vicepresidenta?1 Incluso, si se retoman, por ejemplo, los planteos desarrollados por Shlomo Sand, cabría preguntarse qué entiende por pueblo israelí.2

El lenguaje de los gobernantes queda al desnudo, entre inexactitudes y circunloquios, en su carácter de maniobra orientada a defender lo indefendible. En este contexto de confusión e indiferencia planificadas, se publicó Palestina. Papel y plomo, libro que reúne más de una treintena de artículos sobre el tema a cargo de los compiladores Alma Bolón y Daniel Gatti. El posicionamiento es claro y responde a la convicción de que en el territorio palestino está teniendo lugar un genocidio. Los escritores que colaboran, de variadas procedencias, ofrecen una gran amplitud de enfoques periodísticos, preocupaciones políticas y géneros discursivos (artículos, entrevistas e, incluso, un poema que abre el libro). Los compiladores afirman en la presentación: «El discurso sobre el supuesto “derecho a la defensa” de Israel se impuso en Occidente y hacia el aliado fluyeron desde Estados Unidos y desde varias de las principales capitales europeas armas y dinero en cantidades colosales. Lo que siguió fue una masacre en toda regla, concretada con una constancia, una sistematicidad y una planificación tales que de a poco se fue imponiendo el consenso de que se estaba –se está– ante un genocidio, el peor en lo que va del siglo». Desde el comienzo, se muestra una doble condición de la escritura: el cuidado de un lenguaje que busca abrirse a la comprensión y a la sensibilidad del lector, al tiempo que no oculta la indignación ante el horror. Este decir exige un riesgo, ya que el «antisemitismo» es usado como arma para criminalizar las críticas a Israel.

En sus primeros capítulos, Palestina. Papel y plomo recoge trabajos de investigadores que se remontan a los inicios del proyecto colonial sionista para, de esta manera, poner en perspectiva lo que está pasando hoy y abrir grietas que permitan formular alguna clase de pregunta por el mañana. Fayez A. Sayegh, por ejemplo, se sitúa en 1880 para mostrar, desde un enfoque diacrónico, cómo el sionismo hizo de la colonización un instrumento de construcción nacional: se interroga por las bases de un proyecto racista, adicto a la violencia y expansionista. Jorge Ramos Tolosa estudia en detalle este modelo de colonización, con sus mecanismos de militarización extrema: «Un Ejército con Estado más que un Estado con Ejército». Otros capítulos ponen el foco en el 7 de octubre de 2023 y desmantelan la idea de que, como explica Enzo Traverso, esta fecha es «una especie de epifanía negativa, la súbita aparición del mal de la que ha surgido una guerra reparadora. El contador se ha puesto a cero, como si esa fecha fuera el único origen de esta tragedia».3 Se omite, de esta forma, ese largo proceso de sufrimiento, opresión y desarraigo que tiene por epílogo el genocidio en curso. En «El plomo y la pluma», Gatti aborda los asesinatos de periodistas en la Franja de Gaza. Pese a este intento de monopolización de la narrativa, hay canales como Al Jazeera y jóvenes gazatíes que, a través de redes sociales, dan cuenta de las atrocidades que se viven día a día en territorio palestino.

Palestina. Papel y plomo también dirige su mirada hacia Uruguay. Se recuperan trabajos publicados originalmente en Brecha y en la revista Extramuros, que, a contracorriente de los medios hegemónicos, han tenido el coraje de elaborar lecturas rigurosas y disensuales. En «Preguntas incómodas», María Landi escribe un artículo compuesto de preguntas retóricas dirigidas a «los izquierdistas uruguayos y sus medios de comunicación». Comienza recordando la herida profunda y persistente que supuso la limpieza étnica –la Nakba– del pueblo palestino en 1948 y, tras una enumeración de las incontables mentiras y abyecciones sionistas, termina preguntándose por las tristísimas declaraciones del espectro político uruguayo y el silencio cómplice de la sociedad civil. En una línea similar está el artículo «Los partidos mayoritarios uruguayos frente al genocidio en Gaza», de Francisco Claramunt, que indaga las declaraciones de distintos actores políticos y su alineamiento con el poder colonial. Por su parte, Bolón rastrea las huellas de alianzas y afinidades con el sionismo en el semanario Marcha. Por ejemplo: un artículo de corte editorial de Mauricio Müller, publicado en mayo de 1948, celebra la creación del «Estado de Israel», al tiempo que omite la sangrienta catástrofe que supuso su implantación por la fuerza. No parece casual que el pueblo palestino, ese que existe en la lucha contra la opresión y la resistencia por su dignidad, sea el gran innombrable en un país cuya ilusoria autoimagen es la de modelo occidental de convivencia democrática.

Palestina. Papel y plomo es un libro contra el cinismo político. Contra las sensibilidades acorazadas por el oportunismo. Si la estructura dominante pretende que el encubrimiento y la transigencia, la simplificación y el beneficio personal sean los códigos exclusivos del accionar y de la retórica política, se vuelve necesario un decir veraz que haga posible el quiebre, aunque más no sea momentáneo, con este régimen de incredulidad con que se enuncian las palabras. Contra la impotencia reflexiva, que nos dice que el genocidio en la Franja de Gaza está geográficamente lejos y es históricamente inabordable, este libro tiene un carácter insurgente: por su confrontación con la práctica habitual de hablar sin decir nada y por su ofensiva directa al consenso de mirar para otro lado.

  1. En el artículo «Cosse y la autodeterminación del genocida» (1-VIII-25), publicado en este semanario, Diego Hernández Nilson aborda estas declaraciones. ↩︎
  2. En La invención del pueblo judío, el autor introduce una línea de fuga en la historiografía sionista dominante, dejando al descubierto los usos políticos que construyen y difunden una conciencia histórica sobre el presupuesto inconsistente de «pueblo judío». En esta operación, Sand expone las contradicciones profundas que existen entre sionismo y judaísmo. ↩︎
  3. Enzo Traverso, Gaza ante la historia. Akal, Madrid, 2024. ↩︎

Artículos relacionados

Libros: FILBA y 47a edición de la FIL

¿Que no lee quién?

Cultura Suscriptores
Libros. Sol de marzo, de Juan Francisco Costa

Prosa del mirar y del vivir

Sin categoría Suscriptores
Humberto Megget íntimo

El poeta que pudo ser mayor

Cultura Suscriptores
Cine. Estreno uruguayo: Quemadura china

A medio camino