Para la coalición de centroizquierda gobernante en Uruguay, el triunfo del ultraderechista Jair Bolsonaro es una señal de alerta. Corrupción e inseguridad fueron los temas elegidos para atacar al PT y derrotarlo. En el Frente saben que en cuestiones éticas tienen una debilidad no resuelta, de ahí que se apresuren las gestiones y presiones para que el ex vicepresidente Raúl Sendic desista de candidatearse al Parlamento.
La primera preocupación del partido de gobierno pasa por cuánto impactará en la performance electoral del FA ese reforzamiento de la lógica antiprogresista que desde un tiempo a esta parte recorre los electorados de los países de América del Sur. Por ahora la primera consecuencia que se puede percibir es que la victoria de Bolsonaro permitió que la ultraderecha uruguaya sali...
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