Hizo bien la bancada de Senadores del Frente Amplio en retirar de la rendición de cuentas una reforma a la ley de derecho de acceso a la información pública que era regresiva. Pero el episodio dejó al desnudo una inocultable realidad: hay un sector de la izquierda que piensa que la transparencia y el acceso a la información pública son un obstáculo para gobernar. Como también es cierto que hay un sector de la oposición que hoy defiende la transparencia, pero que cuando era gobierno pudo y no quiso aprobar esta ley. El debate en el Parlamento no es más que el reflejo de los malos entendidos que existen en torno a esta revolucionaria norma que produce tensiones en algunas burocracias estatales, el poder político y la sociedad. Cinco años después de aprobada la ley de acceso a la información...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate