Se hicieron cada vez más tangibles, inmediatos. La sequía y el «agua bebible» los puso en las casas como un asunto cotidiano y en la boca de todos como un tema de debate. Pero los temas ambientales se siguen escurriendo de las campañas electorales y, sin embargo, resurgen, como ocurrió con la discusión sobre el proyecto Neptuno. Se «manejó muy mal en campaña. Vivimos una crisis hídrica extrema el año pasado y tendríamos que haber tenido propuestas de todos los partidos. Nada, quedó en titulares», resume –con menos sorpresa que incredulidad– María Selva Ortiz, integrante de REDES-Amigos de la Tierra.
La tensión que ya se augura para el próximo gobierno frenteamplista –reeditada, porque fue una constante de su último período– es la de «crecimiento económico versus protección ambiental». Pare...
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