Hay, por lo menos, dos biografías literarias que personalmente quisiera no haber leído todavía para tener aún esa maravilla en el horizonte: la de Jorge Luis Borges escrita por Emir Rodríguez Monegal y la que Martin Amis escribió sobre su padre y sobre sí mismo. La tituló Experiencia, una broma muy a lo Amis, que ya se veía venir las ironías que desataría su gesto de escribir una autobiografía cuando apenas había cumplido 50 años (igual que Nabokov) y a la que, para señalar que se daba cuenta del problema, le había plantado en la tapa una foto suya con un cigarrillo en la boca cuando tenía apenas 8 años (logrando así arruinar la campaña publicitaria del libro, que fue prohibida a raíz de la foto de marras).
Experiencia empieza rememorando unos diálogos entre Kingsley Amis y su hijo Martin,...
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