En el último verano hubo una floración que nada tuvo de romántica, porque
obligó a los guardavidas de la costa de Montevideo, Canelones, Maldonado y
Rocha a clavar sobre sus casetas las banderas sanitarias de la cruz verde.
Desde hace varios años, activistas y científicos alertan sobre los impactos que
el modelo productivo aplicado en Uruguay viene provocando en los ecosistemas,
pero pocas veces una crisis ambiental se expresó de una manera tan gráfica.
Esta vez el daño no era denunciado por un ignoto trabajador del arroz obligado
a laborar sin condiciones mínimas de seguridad con equipos plagados de
agrotóxicos ni por maestras de una escuela fumigada de un remoto pueblo. Ahora,
la peor superpoblación de cianobacterias de la historia reciente eclosionaba en
uno de los espacios públicos más...
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