El cura Gustavo Melgar sigue declarándose inocente y sosteniendo que fue víctima de un complot, a pesar de las evidencias en su contra recolectadas en la investigación de la fiscalía de Minas y de la sentencia de la justicia penal, que el martes lo condenó a ocho años de prisión por «reiterados delitos de atentado violento al pudor, reiterados delitos de abuso sexual y un delito de abuso sexual especialmente agravado» en perjuicio de dos niñas. Mientras se tramita la apelación de la defensa, a cargo del doctor Pedro Montano, conocido como exasesor del dictador Gregorio Álvarez y por sus vínculos con el Opus Dei, el cura seguirá «recluido» con tobillera electrónica en una casa parroquial de Maldonado.
La fiscalía, inicialmente a cargo de la fiscal Tania Vidal y ahora dirigida por Viviana Ma...
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