Fue vertiginoso el resurgimiento de quien lidera la disputa presidencial del domingo. El dos veces presidente Luiz Inácio Lula da Silva atravesó el ostracismo político, acribillado por una masacre mediática y jurídica promovida por la Operación Lava Jato, a cargo del primero juez y luego ministro de Justicia de Jair Bolsonaro, Sérgio Moro. Estuvo 580 días preso. Hoy lidera todas las encuestas de cara a la elección presidencial. En su momento, la imagen de William Bonner, presentador de la edición central del principal informativo del país, era inseparable de la de un caño de hierro oxidado que escupía billetes, el fondo gráfico usado por el informativo para ilustrar cualquier noticia relacionada con la corrupción y la Petrobras y, por ende, con Lula. Pero en la entrevista que Bonner le hiz...
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