«Nuestro país ha sido saqueado, expoliado, violado y robado.» Adivine quién pronunció esa tremenda frase. ¿Fidel Castro, Patrice Lumumba, Emiliano Zapata, Ho Chi Minh…? Nada de eso. Fue Donad Trump el 2 de abril último, al presentar los aranceles con los que espera recuperar el trono perdido de la primera nación industrial y tecnológica del mundo, arrebatado por China.
Habría que preguntarse a quién está dirigido ese discurso. No al 1 por ciento más rico, el sector al que pertenece el presidente, sino probablemente a sus votantes, en particular a ese sector de trabajadores manuales sin título académico que la reconversión industrial hundió en la desesperación y ahora calman con opiáceos los dolores que les inyectó el sistema.
Trump se dirige a un público que ignora que ese país «saqueado» ...
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