Fue como si le hubieran dado una patada en la cara, si la hubieran dejado inconsciente, fue lo peor que le pudo pasar en su vida. No fue que no lo quiso decir, que lo olvidó, fue que lo tenía bloqueado». Las palabras, dichas al semanario, pertenecen a una amiga de Milagros Chamorro, la joven de 29 años que semanas atrás se suicidó en un box de la emergencia del CASMU mientras esperaba ser atendida por un psiquiatra (véase recuadro), y explican lo que sintió cuando se enteró de que su denuncia por violación presentada en 2022 no sería considerada por la justicia ya que el plazo para presentarla había prescripto.
Milagros tenía 29 años y en 2010, cuando tenía 15, había sido violada por cinco varones -cuatro menores de edad y uno mayor- en una casa en Punta del Este a la que llegó invit...
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