Imitando su antigua costumbre de cuando era jefe de gobierno de la capital, Andrés Manuel López Obrador da una conferencia de prensa cada mañana, lo cual le permite tener un especial control de la agenda mediática. No es el único control que ha buscado ejercer férreamente. Las discusiones en torno a la creación de una Guardia Nacional y su poca capacidad de diálogo con los pueblos donde busca instalar megaproyectos han pintado una veta autoritaria en el nuevo presidente de la república mexicana.
Durante los tres meses que lleva en el ejercicio
del poder, López Obrador ha hecho más o menos lo mismo que dijo que iba a hacer
durante su campaña: buscar un equilibrio precario que implica tener a los
empresarios cerca por medio de varios proyectos de infraestructura y
producción, lo cual lo alej...
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