El brevísimo Diario de guerra, que una jovencísima Bachmann escribió al final de la guerra, se rescató recién en 2010 en alemán, y ha sido traducido y publicado junto a las once cartas que le escribió a ella Jack Hamesh, un joven judío austríaco, con quien Ingeborg entabla un diálogo y un amor incipiente hasta que él parte a Israel. Así los datos, el pequeño libro es casi una brevísima anécdota en la marea de la historia, pero tiene todos los atributos de intensa levedad que podría dar un poema.
“Mi querido diario, ya estoy salvada”, con esas primeras palabras la joven de 17 años celebra haber evitado la compulsión de una educación nacionalsocialista. La guerra está terminando, falta todo, “los rusos están en Viena” e Ingeborg y su amiga ven pasar los aviones rasantes y saben de historias ...
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