«Vengan, pasen, miren estos maravillosos planos. Aquí irá una escuela, aquí, la comisaría, aquí, la iglesia. Acá habrá una plaza y, más acá, un hotel y un casino. Vean qué lugar para vivir todo el año o construir su residencia de veraneo.» Dicen que más o menos así se promocionaban, en los gloriosos años cincuenta, miles de parcelas –de 300 a 600 metros cuadrados– en los fraccionamientos creados desde principios del siglo pasado en las costas de Rocha. Dicen, también, que las atractivas propuestas llegaron hasta Argentina e, incluso, a bancos de Europa, a pesar de las distancias y en épocas de difícil comunicación. Sin embargo, la movida engañosa no tuvo el éxito esperado. Decenas de fraccionamientos ubicados en zonas peligrosas para baños se comercializaron parcialmente, y casi todos los ...
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