Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, Oriente Medio fue la clave de bóveda del inmenso poder estadounidense, la región de donde obtenía petróleo a precios privilegiados y donde, en alianza con Israel, conseguía mantener a raya a los países de mayorías musulmanas. El principal despliegue militar del Pentágono, incluida la contención de la Unión Soviética, fue posible en gran medida por las ventajas que obtenía en Oriente Medio, a las que nadie más tenía acceso.
Pasó poco más de medio siglo hasta que la administración de Barack Obama (2009-2017) promoviera un importante viraje (pivot) en la política exterior de Estados Unidos. El «giro hacia Asia» pretendía acotar la influencia de China. Pero ese objetivo pronto se vio neutralizado por la creciente potencia militar del dragón y por lo...
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