En la campaña del último balotaje hubo una pieza publicitaria cuya efectividad destacaron propios y extraños: aquella en la que un dron sobrevolaba distintos espacios del territorio nacional en los que los gobiernos del Frente Amplio (FA) habían impulsado proyectos que fracasaron, y en los que fábricas y empresas más o menos añejas habían cerrado sus puertas entre 2005 y 2019. El spot, oportunamente filmado en blanco y negro, dejaba para el final el golpe de gracia: los pilotes que quedaron colocados en el Río de la Plata, frente a Puntas de Sayago, como símbolo de la fallida regasificadora impulsada durante la administración de José Mujica que el segundo gobierno de Tabaré Vázquez no logró rescatar. Y como símbolo, también, del fin de un ciclo.
Al otro lado del continente, y en simultáneo...
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