Son pocas las ganas que existen en el partido de gobierno de tratar el pronunciamiento del organismo que juzga la ética y la conducta de sus dirigentes y militantes. A pesar de que varios lo presumen negativo para el legislador de la 711, también son unos cuantos los que prefieren no “hacer olas” y postergar un fallo que, entienden, enturbiaría aun más las agitadas aguas de la interna ante la inminencia del comienzo del proceso electoral. Entre estos últimos, el Mpp es el más partidario de esa opinión.
A principios de agosto el Tribunal de Conducta Política (Tcp) del Frente Amplio (FA) entregó el informe con la evaluación del comportamiento seguido por el senador de la 711 Leonardo de León en el uso de las tarjetas corporativas de Alur, la empresa pública de derecho privado que presidió...
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