Entre los muchos horrores producidos por el siglo XX, seguramente va a quedar en la historia el desarrollo de esas ramas del saber que son la arqueología y la antropología forenses. Tiñen de luto un conocimiento sofisticado al que, sin embargo, tanto debemos en la búsqueda de verdad y justicia. Entre los desaparecidos del Cono Sur y las fosas comunes de México y de Guatemala, los huesos de dos grandes poetas son casos que, por su celebridad, contrastan el anonimato de muchos con los que los hermana la ideología. Se ha dicho que Federico García Lorca fue de algún modo el primer desaparecido. La búsqueda de sus restos ha sido larga y, una y otra vez, frustrada. El inglés Gibson, que nos contó su vida con amorosa precisión y reconstruyó su muerte paso a paso, no pudo dar el lugar exacto donde...
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