El autor, quien acuñó el término “ultraprocesados” para referirse a las características industriales y comerciales de los alimentos, cuenta en esta nota un ejemplo claro de las presiones que ejercen las corporaciones para mantener su negocio y desprestigiar a quienes cuestionan la calidad nutricional de sus productos y denuncian sus efectos sobre la vida humana.
El 9 de agosto de 2017, la revista American Journal of Clinical Nutrition (Ajcn), una de las revistas científicas editadas por la Sociedad Americana de Nutrición, publicó un comentario que proponía hacer una “evaluación crítica” del sistema de clasificación de alimentos Nova y, en particular, de la relevancia para la salud pública de los alimentos ultraprocesados, uno de los cuatro grupos de la clasificación.1 La clasificación Nova fue desarrollada por investigadores brasileños de la Universidad de San Pablo y presentada formalmente en un artículo publicado por la revista Public Health Nutrition. Desde entonces viene siendo utilizada en documentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (Fao) y la Organización Panamericana de la Salud (Ops), en guías alimentarias nacionales, como las de Brasil y de Uruguay, y en más de un centenar de estudios publicados en revistas científicas internacionales. Dichos estudios, realizados en varios países, han comprobado el vertiginoso crecimiento mundial del consumo de alimentos ultraprocesados (bebidas gaseosas, “snacks empaquetados” y platos listos para consumo), y el sistemático impacto negativo de estos productos en la calidad nutricional de la alimentación humana y sobre el riesgo de obesidad, hipertensión, síndrome metabólico, dislipidemia y otras enfermedades crónicas no trasmisibles.
En esencia, la conclusión de la “evaluación crítica” publicada en Ajcn fue que la clasificación Nova no tenía mayor utilidad (en el original: “On balance, therefore, there seems to be little advantage from the use of the nova classification compared with the current epidemiologic approach”). Sin embargo, según pudieron comprobar los autores de la clasificación Nova y otros investigadores que la utilizan, esta “evaluación crítica”, además de contener numerosos errores, imprecisiones y omisiones, presentaba evidencias que no sustentaban su conclusión. El 2 de setiembre de 2017, en nombre de este grupo de investigadores, escribí una carta para el editor de Ajcn con la descripción detallada de todos los problemas identificados en la “evaluación crítica”. Como es costumbre, solicité que la carta fuese publicada en la sección de la revista dedicada a correspondencias al editor. Pero éste se negó con el argumento de que Ajcn no publicaba cartas sobre comentarios, ya que estos serían sólo “opiniones” de sus autores. Volví a escribir al editor solicitando, por lo menos, la publicación de una errata que reconociera las fallas incuestionables de la “evaluación crítica”, incluyendo errores groseros en la descripción de la clasificación Nova y la utilización de referencias bibliográficas totalmente ajenas al tema. También solicité que se corrigiera la declaración de los conflictos de interés de los autores: el autor principal había declarado ser consultor de la empresa Nestlé, pero el segundo autor no declaró haber sido funcionario de esta empresa entre 2010 y 2014, y el cuarto autor no declaró ser consultor de una empresa de relaciones públicas que tenía entre sus clientes a la empresa McDonald’s. El editor también se negó a este pedido, sugiriendo que yo debería escribirle directamente a los autores para “llegar a un acuerdo con ellos” sobre los errores y argumentando que era a ellos a quienes correspondía solicitar la eventual publicación de una errata. Dijo también que revisaría la declaración de conflictos de interés de los dos autores, pero hasta el momento no hay señales en Ajcn de que esto se haya hecho. El 4 de setiembre he recibido una invitación del editor de Public Health Nutrition para realizar en la revista un comentario sobre la “evaluación critica” publicada en Ajcn. Este comentario –que se publicó bajo el título: “Ultra-processing: an odd appraisal”– fue elaborado junto con otros autores de la clasificación Nova y publicado el 11 de noviembre de 2017 como parte de un número especial de Public Health Nutrition dedicado a estudios sobre alimentos ultraprocesados. En el comentario describimos los errores, imprecisiones y omisiones de la “evaluación crítica” –sorprendentes en artículos sometidos a revisión por pares–, y mostramos que su principal conclusión –la no utilidad de la clasificación Nova y del concepto de alimentos ultraprocesados– no tenía amparo en evidencias. Detallamos y comprobamos también la omisión del conflicto de interés de dos de sus autores y finalizamos discutiendo la responsabilidad que las revistas científicas deberían tener en la publicación de visiones opuestas. Desafortunadamente, la “evaluación crítica” publicada en la revista Ajcn viene siendo utilizada para desacreditar la clasificación Nova y los estudios que consistentemente demuestran el efecto negativo de los alimentos ultraprocesados en la calidad de la dieta y en la salud. Esto ocurrió, por ejemplo, durante una sesión del Congreso Internacional de Nutrición en Buenos Aires, en octubre de 2017. En este congreso, varios estudios originales sobre alimentos ultraprocesados fueron presentados y debatidos en sesiones muy concurridas. Pero el simposio satélite “Processed foods: food technology for better nutrition” parece haber sido organizado sólo para atacar a la clasificación Nova. Uno de los conferencistas de este simposio llegó a presentar una imagen de la primera página de la “evaluación crítica” con el encabezado “The use of Nova classification in public policies is irresponsible”. Lamentablemente, el término “irresponsable” fue usado de hecho en Ajcn para atacar a los autores de la clasificación Nova. El conferencista que mostró esta imagen es el presidente de una asociación argentina que representa a tecnólogos de alimentos e industrias de alimentos (incluyendo Coca-Cola Argentina). Invitamos a todos a leer el comentario “Ultra-processing: an odd appraisal”, recién publicado en Public Health Nutrition y a visitar su sitio web, donde se encontrará también los otros artículos del número especial de la revista dedicado a estudios sobre alimentos ultraprocesados.2 Finalmente, esperamos que este episodio genere una discusión productiva y consecuente acerca de la infiltración creciente de la industria de alimentos ultraprocesados en instituciones académicas, sociedades de profesionales y revistas científicas.
* Profesor titular del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de San Pablo.
- Alimentos sin procesar o mínimamente procesados; ingredientes culinarios procesados; alimentos procesados, y productos ultraprocesados.
- https://www.cambridge.org/core/journals/public-health-nutrition/article/ultraprocessing-an-odd-appraisal/D90E02A1B25FAD146027B38B26C60067