El crítico Harold Bloom tiene algunas cosas malas –la incapacidad de valorar los productos de la cultura popular, por ejemplo– y muchas buenas, entre estas, la total sinceridad a la hora de señalar cuándo su olfato ha fallado al indicar que un escritor estaba llamado a pasar a la posteridad. De Kundera dijo que, cuando incluyó La insoportable levedad del ser en la lista de candidatos a integrar el canon occidental, no lo había releído desde su publicación, una década antes. También dijo que hubo de pasar otra década para que lo volviera a leer y que si lo hubiera releído entonces, seguramente no lo habría incluido: «No estoy seguro de si hoy lo consideraría un candidato a integrar el canon, me pregunto si no será más bien una obra con fecha de caducidad».
Mucho antes lo había señalado Paul...
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